Aquí tienes una trenza de hojaldre , una de las presentaciones más tradicionales de esta masa supercrujiente. Su textura crunchy y rompediza se consigue a base de doblar y estirar la masa muchas veces, de modo que se crean infinitas capas finísimas que, al calentarse, se hinchan. Pero, como se requiere bastante técnica para hacerla casera (porque si no, no sube bien), casi siempre se usa masa ya preparada . Al subir con muchísima facilidad, cuando se quiere evitar, se pone un peso o legumbres secas encima del hojaldre en el momento de hornearlo. Por el contrario, si se desea que suba mucho, se extiende bien la lámina sobre una bandeja, se mete unos minutos en el congelador y, luego, se pasa al horno de golpe. El choque térmico hace que suba más. En el caso de esta trenza de hojaldre, no queremos que suba mucho ni poco, así que no pondremos pesos y la utilizaremos recién sacada de la nevera, sin congelar. Y para rellenarla hemos optado por hacerlo solo con frutos secos, pero se puede rellenar de muchas otras formas, como hemos hecho en la trenza de chocolate o en la trenza con crema de almendra . Trucos para triunfar con la trenza de hojaldre y frutos secos Para que no se pegue . Si quieres estirar la masa, antes de hacerlo, espolvorea un poco de harina, tanto encima de la superficie de trabajo como sobre la propia masa de hojaldre. Así no se pegará ni se romperá. Otros rellenos . En lugar de pasas y nueces, puedes poner como relleno pistachos y orejones troceados u otros frutos secos e incluso pepitas de chocolate. Más decoraciones. También puedes fundir un poco de chocolate para cobertura y usarlo para decorar la trenza en lugar de con la glasa.