Tartaletas de pan de molde con crema de queso y verduras

¿Sabes lo que es el finger food? Es una tendencia de cocina en la que todo lo que se sirve en la mesa se tiene que poder comer con los dedos. Vamos, que se presenta en porciones de bocado perfectas para tomar de pie, en un aperitivo, un cóctel o una reunión informal. Aunque el finger food va un paso más allá del tradicional pica-pica. Porque la idea es unir la manera de comer un aperitivo con recetas algo más sofisticadas, más elaboradas, más gourmet.

En la filosofía del finger food también es muy importante la presentación de los bocados. Cada uno es, en sí mismo, como una pequeña obra de arte. La combinación de colores, por ejemplo, es básica. Y no se trata de que todo sea multicolor, se trata de que los ingredientes estén pensados y colocados de manera que, además de cautivar el paladar (que es lo más importante), también seduzcan la vista.

Estas tartaletas lo tienen todo. Las bases de pan de molde tostadas parecen emular los papeles parafinados en que se sirven las patatas fritas en algunos restaurantes, y los colores de los ingredientes, vivos y alegres, es muy atractiva y hace que el plato entre por los ojos. El toque de queso fundido le da jugosidad y las hierbas aromáticas que las decoran, belleza. ¿Qué más se puede pedir?

Si te ha gustado la idea de preparar una comida finger food, tienes muchas más ideas para acompañar estas tartaletas. Por ejemplo, unas miniquiches de calabacín, en formato individual, unas tartaletas de ternera con verduras que se preparan con obleas de empanadillas en lugar de pan de molde, o unos vasitos de crema de gorgonzola que están de vicio.