La tarta de zanahoria (carrot cake) tiene su origen en Estados Unidos , de hecho es uno de los pasteles más tradicionales de ese país, junto con el cheesecake o tarta de queso. Desde hace unas décadas empezó a popularizarse también por nuestro país y ahora ya podemos encontrar este delicioso bizcocho en muchísimas cafeterías y pastelerías. Prepararla en casa es sencillo y el resultado es espectacular , nunca defrauda. La carrot cake se caracteriza por su bizcocho más bien húmedo y aromatizado con especias (canela, nuez moscada, clavo…) puedes elegir las que prefieras, añadir jengibre o jugar con alguna mezcla que te guste. El bizcocho se corta en discos para rellenarlo con una crema de queso también conocido como frosting que no puede combinar mejor con la tarta. Si quieres triunfar y dejar a todo el mundo boquiabierto, anímate a preparar este pastel. Si sigues todos los pasos y respetas el tiempo de horneado no vas a tener ningún problema y siempre te saldrá bien. Es perfecta para cumpleaños y celebraciones porque puedes decorarla como más te guste. Empieza elaborando la crema de queso. Monta la nata con el azúcar glas utilizando unas varillas eléctricas. Cuando la nata esté montada añade el queso mascarpone y el aroma de vainilla. Bate de nuevo hasta integrar, no batas en exceso para no perder la textura cremosa. Reserva la crema en el frigorífico para que tenga más consistencia. Precalienta el horno a 180º con calor arriba y abajo. Lava y pela las zanahorias. Pícalas en una batidora o robot de cocina o si prefieres hazlo a mano utilizando un rallador. Pon en un bol las especias secas y la sal. Añade el bicarbonato, la levadura y la harina. Mezcla con una cuchara para aromatizar la harina. Reserva. En otro bol, de tamaño grande, bate los huevos con la vainilla y el azúcar con varillas eléctricas. Bate unos minutos hasta que veas que se forma una espuma. Añade el aceite y la zanahoria picada o rallada. Bate de nuevo hasta integrar. Añade los ingredientes secos a la mezcla con un tamizador o colador para evitar que se formen grumos. Bate con varillas eléctricas hasta conseguir una masa homogénea. Engrasa un molde desmontable de 18 centímetros de diámetro con mantequilla. Vierte la masa del bizcocho en el molde. Hornea el bizcocho de zanahoria durante unos 60-70 minutos. Cuando lleve unos 30 minutos y en la superficie se empiece a tostar, cubre el molde con un trozo de papel de aluminio para evitar que se pegue. Para comprobar si la tarta está lista, pincha con un palo de brocheta o un cuchillo, si sale limpio, sin masa pegada, estará lista. Pasado el tiempo de horneado, retira el bizcocho del horno y déjalo atemperar sobre una rejilla. Luego, desmolda con cuidado y espera a que se enfríe del todo. Corta el bizcocho en 3 discos del mismo grosor. Si es la primera vez que haces la tarta, córtalo solo en 2, por la mitad. Cubre la superficie de un disco con crema de queso. Tapa con otro disco sin presionar para que la crema no se aplaste. Cubre de nuevo con crema. Tapa con el último disco y cubre la superficie de la tarta con más crema de queso. Decora con las nueces a tu gusto, puedes poner algunas en mitades y algunas troceadas. Sirve o deja reposar en el frigorífico. Consejos para realizar la tarta de zanahoria: Si rallas las zanahorias a mano y sueltan mucho líquido, escúrrelas bien y presionándolas con las manos y papel de cocina para eliminar el máximo posible de agua. Asegúrate de que la nata esté muy fría para poder montarla sin problemas. Aunque puedes comer la tarta recién hecha, está mucho mejor al día siguiente. Por eso lo ideal es prepararla el día antes y dejarla reposar una noche en el frigorífico o al menos unas horas. Otras recetas de tarta de zanahoria que también te gustarán: