Este es uno de los mejores acompañamientos que puedes preparar para un plato de pescado, por ejemplo. Tanto, que puede acabar convirtiéndose en protagonista, más que secundario... Para el pastel cortamos las patatas en rodajas algo gruesas y la cebolla en juliana, en unas tiras más bien finas. Lo mejor es ir montando las capas en un molde tipo plumcake. El aderezo es un poco especial, además de salpimentar el pastel, se añade cúrcuma y comino, que son dos especias intensas, e igual si lo van a comer niños no les acaba de gustar. Puedes suprimirlo para hacerlo más ligero de sabor. El horneado precisa una hora. Los primeros 45 minutos se asa tapado con papel de aluminio y los 15 finales, destapados para que se dore la superficie del pastel. Si quieres hacer del pastel de patata un plato único, pruébalo relleno de lomo . Y en lugar de acompañarlo con pisto al lado, como en nuestra receta puedes incluirlo dentro, como en este pastel de patata con pisto de berenjena . Y si quieres que les encante a los más pequeños, prepara el pastel de patata con queso de bola y jamón . Consejos para un pastel de patata y cebolla con pisto perfecto Aplástalo un poco. Cuando tengas montadas a capas las patatas y la cebolla dentro del molde para hornear, aplástalo un poco con las manos para que se compacte bien. Un pisto colorista. Hay tantos pistos como cocineros, el nuestro lo hemos preparado con cebolla, ajo, calabacín, berenjena y pimientos de tres colores (amarillo, verde y rojo), además de tomate frito. Cebollino y comino. Cuando ya lo hayas desmoldado bien doradito, espolvorea por encima cebollino picado y unas semillas de comino o de sésamo tostado, que aporta calcio.