Si hay una receta que representa el “crujido de la felicidad”, es esta. La granola de pistacho es de esas cosas tan simples y tan resultonas que te preguntas por qué no la has estado haciendo toda la vida. Crujiente, aromática, saludable y con ese toque gourmet que le da el pistacho , esta receta es una joyita para desayunar como un rey ... o para picotear a cucharadas cuando nadie mira. En casa nos gusta prepararla los domingos, dejarla enfriar mientras se va llenando la cocina de ese olor a frutos secos tostados con canela que da hambre aunque acabes de comer. Y el lunes, en cuanto te levantas, ya sabes que te espera una mañana mejor solo por tener un bol de yogur con esta maravilla encima. ¿Por qué me encanta? Hay tres motivos por los que esta receta se ha convertido en una de mis favoritas para desayunar o para llevar en un tupper al trabajo. El primero: el crujido . No hay nada más satisfactorio que morder algo que suena a gloria y que no viene de una bolsa industrial. El segundo: la combinación de sabores . El dulzor del sirope, la untuosidad del aceite de coco, el perfume de la canela y ese punto salino que siempre tienen los pistachos hacen que cada bocado sea un equilibrio perfecto. Y el tercero: porque sacia sin empalagar . Puedes tomar un puñado con yogur, leche vegetal o incluso espolvorearlo sobre una compota de frutas o una mousse… y tienes el postre o desayuno resuelto. Ideas para servirla (y quedar de 10) Con yogur de coco y un poco de fruta fresca: mango, plátano, fresas... Con leche vegetal (avena, almendra o soja) para una versión ligera y saciante. Espolvoreada sobre una mousse de chocolate negro o sobre un smoothie bowl. O directamente a puñados, que también vale. Es una opción mucho más saludable que cualquier granola industrial, ya que puedes controlar la cantidad de azúcar y elegir ingredientes de calidad. Además, si haces mucha cantidad, puedes guardarla durante semanas sin que pierda textura. Una receta para repetir (y regalar) Si alguna vez has querido hacer un detalle casero y original para alguien, llena un tarrito bonito de esta granola, ponle una etiqueta a mano y regálaselo. Te aseguro que quedas como un rey. Yo la llevé a casa de unos amigos junto con unos yogures caseros y desde entonces siempre me piden que repita. Porque sí, con esta receta de granola de pistacho, todo son ventajas. ¡Anímate a prepararla!