El queso cottage se ha convertido en un imprescindible en muchas cocinas, y no es casualidad. Bueno para la salud y bajo en grasa, es ideal para quienes buscan un alimento saciante, digestivo y versátil . Su textura suave y su sabor neutro lo hacen perfecto tanto para recetas dulces como saladas. No sorprende que cada vez más personas lo incluyan en sus desayunos saludables , snacks o incluso en versiones ligeras de postres clásicos como este flan: Yo siempre tengo un bote en la nevera, y gracias a eso descubrí, casi sin querer, el desayuno que se ha convertido en mi favorito desde hace semanas. Una mañana mezclé lo que tenía a mano: un poco de queso cottage, una cucharada de miel y unas frambuesas. El resultado me encantó: algo rápido, delicioso y muy saciante , ideal para empezar el día con energía. Fresco, sin harinas ni horno, y listo en solo 5 minutos . Si por las mañanas vas con prisa, pero no quieres renunciar a un desayuno nutritivo y apetecible , ¡esta receta te va a encantar! Además, es muy fácil de adaptar . Puedes usar las frutas que tengas en casa, cambiar el endulzante o añadirle algún topping crujiente. Y si lo sirves en vasitos bonitos, parece sacado de una pastelería. Ideal para esos días en los que tienes invitados y no te quieres complicar. ¿Quieres probarlo? A continuación te dejamos los ingredientes y el paso a paso para que te quede perfecto. Si lo incluyes en tu rutina matinal, empezar el día con buen pie será mucho más fácil. Variantes que me encantan Una de las cosas que más me gusta de esta receta es lo fácil que resulta adaptarla según lo que tengas en casa o lo que te apetezca ese día. Aquí te dejo algunas ideas que suelo usar para darle un toque distinto cada vez: Si quieres cambiar el dulce En lugar de miel, puedes usar crema de dátiles casera, que es más espesa y muy dulce. Otra opción que me encanta es la compota de manzana o de pera, sin azúcar, que queda genial con el queso. Y si te gusta algo más suave, el sirope de agave también funciona muy bien. Si quieres cambiar la fruta Las frambuesas son un clásico, pero a veces uso moras, arándanos o fresas cortadas si tengo en casa. También quedan muy bien las cerezas (eso sí, sin hueso). Puedes usar fruta fresca o congelada, pero asegúrate de que esté bien descongelada. Si te apetece algo más completo A veces le pongo por encima un poco de granola o frutos secos picados, como nueces, almendras o pistachos. Le dan un toque crujiente muy rico y hacen que llene más. Lo mejor es que puedes ir probando cosas nuevas según lo que tengas en casa. ¡Así nunca te cansas!