Protagonista: el chile chipotle
El encanto de este plato se lo aporta el chile chipotle que lleva entre sus ingredientes. Ideal para las personas amantes de los platos picantes, este producto, tan típico de la gastronomía mexicana, se suele elaborar generalmente a partir de chiles jalapeños, aunque también se pueden usar otros chiles. Para obtenerlo se deja madurar en la planta hasta que empieza a secarse y, luego, se traslada a una habitación donde se ahumará, lentamente, sobre una parrilla.
Unsplash
Ingrediente habitual en los moles mexicanos y en infinidad de salsas, a las que aporta su sabor intenso y ahumado inconfundible, se puede encontrar entero, en polvo, para facilitar su añadido a los guisos, o, como en el caso de hoy en adobo, preparado con puré de tomate, especias, vinagre y aceite.
Una receta muy sencilla
Respecto a la elaboración de esta sopa, no puede ser más fácil. Simplemente, asa los tomates y la cebolla en una sartén, colócalos en el vaso de la batidora con los ajos, el agua, sal y pimienta y tritúralos. Luego, vierte la sopa de tomate resultante en una olla, agrega el chile y deja cocer unos 12 minutos.
Antes de servir, la sopa se enriquece con unos daditos de aguacate, queso rallado, hojas de cilantro y trocitos de tortilla. Sobre todo, pon las tortillas justo antes de servir o se desharán y el aspecto final del plato no será el esperado.
Un apunte: hoy en día podemos encontrar tortillas mexicanas en el súper, pero si te apetece, también las puedes realizar en casa. Son sencillísimas, se preparan con ingredientes que todos tenemos en la despensa y quedan exquisitas.
Ideas y variantes para la sopa de tortilla mexicana
- En lugar de agua, puedes utilizar caldo de pollo. Si lo preparas en casa, sustituye las carcasas por unos muslos o contramuslos. Así, luego, los puedes añadir a la sopa, previamente deshilachados.
- Nosotros hemos optado por una bolsa de cuatro quesos rallados, pero puedes usar un único queso rallado. La mozzarella, el cheddar, el emmental o el gruyer quedarán la mar de bien.
- Si tienes restos de pimiento rojo o verde en la nevera, aprovéchalos e incorpóralos a la sopa. Córtalos en tiritas bien finas, saltéalos brevemente en una sartén y cuécelos en el caldo de tomate. Otra verdura que combina muy bien es la col. Córtala en juliana fina y cuécela también en el caldo.
- Antes de servir, si quieres aportar a la sopa un toque extra de cremosidad, vierte un chorrito de nata líquida o un poco deyogur griego. También puedes agregar unos granos de maíz o trocitos de mazorca (doraditos en la sartén).