¿No te ha pasado a veces probar una tapa en un bar de una humilde ensaladilla rusa y pensar que era un plato maravilloso? Pues lo es, pero necesitas un poco de tiempo y de paciencia para hacerla en casa, con verduras de temporada y cocidas en su punto. El recurso fácil de las ensaladillas troceadas y congeladas puede sacarte de un apuro pero no debería ser la solución. Para nuestra ensaladilla hemos cortado a daditos las zanahorias y las patatas , y hemos elegido unas judías verdes rdedonditas bien frescas. Estas tres hortalizas se cuecen unos 10 minutos y luego los guisantes 2 minutos más. Y sí, parece ser que la ensaladilla rusa tiene origen en ese país, aunque siempre es difícil dirimir quién fue primero. Un chef belga, Lucien Olivier, la preparó en Moscú a mediados del siglo XIX. De ahí el otro nombre con el que se la conoce en otros países: ensalada Olivier. Si quieres darle una forma más sofisticada a tu ensaladilla, prueba a presentarla en forma de rollo , como si fuera un brazo de gitano. Puedes ir incorporando novedades en los ingredientes, como esta ensaladilla rusa con salmón o incluso con gambas . Trucos para una ensaladilla rusa perfecta Guisantes frescos. En primavera, compra los guisantes verdes en vaina y desgránalos justo antes de preparar el plato ¡verás qué diferencia con los congelados! Trocea antes de cocer. Te será más fácil que las patatas y zanahorias conserven su forma de daditos si las cortas antes de ponerlas a cocer. Y no sobrepases los tiempos recomendados o se desharán. Atún de calidad. Aunque utilices atún en conserva, compra una de calidad y corona tu bol de ensaladilla con un pedazo grande y luego cada comensal que lo mezcle en su plato. Esta opción es mejor que mezclar previamente un atún desmigado. Bien fría. La ensaladilla se toma bien fría, así que déjala reposar en la nevera antes de consumirla. Si vas a tardar, no eches la mayonesa hasta el último momento. Encurtidos. Si te gusta encontrar algo crujiente al bocado, prueba a añadirle algún encurtido como pepinillos en vinagre cortaditos, o incluso pedacitos pequeños de pimiento verde.