Hay recetas que se ganan el aplauso sin levantar mucho la voz. Ni horno, ni complicaciones, ni ingredientes raros . Solo una combinación sencilla, bien presentada, que entra por los ojos y conquista al primer bocado. Las endivias con salpicón de marisco son justo eso, una pequeña joya para los menús veraniegos o las comidas en las que uno quiere quedar bien sin sudar la gota gorda. A mí me recuerdan a esos bufés de celebraciones familiares en los que siempre había algo con marisco, algo con colorines, algo servido en cucharitas o en hojas, y que volaba de la bandeja como por arte de magia . Esta versión que te propongo es aún más práctica, se sirve fría, se puede dejar medio preparada con antelación y, sobre todo, queda elegante sin parecer pretenciosa. La clave está en picar bien las verduras, acertar con el aliño y no pasarse de cantidad al rellenar. Una hoja de endivia bien cargadita, pero no desbordada, es un bocado perfecto. Y si además lo dejas en la nevera un rato antes de servir, el sabor se potencia y la frescura se multiplica. Ideal para abrir boca , para servir como aperitivo o incluso como plato único ligero. Toque personal, ideas y presentación Este plato tiene dos ventajas claras: es muy vistoso y permite improvisar . Si te falta algún ingrediente, puedes sustituirlo sin miedo: gambas por langostinos, pimientos por maíz dulce o incluso añadir aguacate en dados pequeños. Lo importante es que todo esté bien picado y aliñado con equilibrio. También puedes jugar con la presentación . Si tienes cucharitas de aperitivo, puedes montar mini porciones individuales. Si prefieres algo más informal, sirve el salpicón en una fuente y las hojas de endivia alrededor, para que cada comensal se prepare la suya. Y si quieres un toque festivo, una pizca de huevas de salmón por encima le da color y lujo sin subir demasiado el presupuesto. En resumen: frescura, sabor y elegancia sin complicaciones Las endivias con salpicón de marisco son uno de esos platos que te resuelven un menú con un momento . Tienen buena presencia, son fáciles de preparar y agradan a casi todo el mundo. Si estás buscando un entrante para una cena veraniega, una comida de domingo o incluso para un picoteo en casa, no lo dudes, esta receta lo tiene todo. Saca el bol, afila el cuchillo y ponte manos a la obra. En menos de 30 minutos tendrás un entrante que con sabor a mar y a verano. Te aseguro que con esta receta el éxito está garantizado.