Aunque sea un dulce típico del Día de Todos los Santos y Cuaresma, cualquier momento del año es bueno para endulzarse la vida con un buñuelo de viento . Y más si este está relleno de una delicada trufa , como los que os presentamos hoy. Para que sean ligeros y esponjosos , se hacen con pasta tipo choux , que es una masa de repostería extremadamente versátil empleada en un sinfín de elaboraciones (profiteroles, bocaditos de nata, relámpagos, eclairs, etc.) y relativamente fácil de elaborar. Más abajo te contamos cómo. También es importante que utilices harina de buena calidad y que metas los buñuelos en la sartén cuando el aceite esté muy caliente, pero sin llegar a humear. Para comprobarlo, echa una pizca de masa dentro. Si sube a la superficie y se dora rápido es que ya puedes freír los buñuelos. Por el contrario, si se queda en la base de la sartén, deberás calentar el aceite un poco más. Si te gustan los buñuelos dulces, prueba estas otras variedades; los buñuelos de pasas y piñones , los buñuelos de manzana y los buñuelos de viento rellenos de chocolate . En una cacerola amplia, lleva a ebullición la leche, 75 ml de agua, la sal y la mantequilla ablandada. Añade toda la harina de golpe y remueve a fuego suave. Cuando la masa se despegue de las paredes del cazo, retíralo del fuego y deja que se enfríe. Una vez templada, agrega el primer huevo sin batir y remueve. Cuando esté totalmente disuelto, añade el segundo huevo también sin batir y vuelve a remover hasta conseguir una masa lisa y homogénea. Repite lo mismo con el tercer huevo. Deja reposar la masa media hora. Rellena la manga pastelera con la masa. Haz los buñuelos y colócalos sobre un papel encamisado o de horno. Si no tienes una manga, forma las bolitas con dos cucharitas engrasadas de aceite. Calienta abundante aceite en una sartén. Fríe los buñuelos preparados, por tandas, hasta que se doren. Déjalos escurrir sobre un plato con papel de cocina. Pon en un bol la nata para montar fría y bate con un batidor de varillas eléctrico o manual. Cuando empiece a coger consistencia, añade el cacao y 50 gramos de azúcar, y bate suavemente hasta integrarlos. Pasa la trufa a una manga pastelera de boquilla fina y déjala 30 minutos en la nevera. Con unas tijeras o cuchillo, haz una incisión en los buñuelos y rellénalos de trufa. En un cuenco pequeño, mezcla el azúcar y la canela. Espolvorea los buñuelos y sirve. Trucos para unos buñuelos de viento rellenos perfectos Para evitar que los huevos se cuajen, es importante echarlos en la masa ya templada, de uno en uno y sin batir. Si utilizas la manga pastelera para cortar la masa, engrasa un cuchillo con aceite y córtala a medida que vaya saliendo. Así, la masa no se pegará a la boquilla. También puedes rellenar los buñuelos de crema, chocolate o manzana, por ejemplo. Perfuma los buñuelos con anís; llena un pulverizador con el licor y rocíalos antes de servir.