Arroz con conejo: receta de la abuela

La carne de conejo es una carne blanca, ideal para incluir en nuestra dieta. Su bajo contenido en grasas y su alto contenido en proteína a la vez que su rico sabor y precio económico, hace que sea perfecta para prepararla de mil formas diferentes, guisada, a la parrilla, al horno..., y, por supuesto, con arroz.

Eso es precisamente lo que te proponemos hoy, un arroz meloso con conejo, muy sabroso gracias a la carne y al sofrito a base de cebolla, pimiento y tomate. Todo un plato de domingo para conquistar el paladar de tus invitados.

Una de las claves para que el conejo quede bien tierno es dorar previamente los trozos de conejo con el aceite, tal como te explicamos en la receta.  De esta manera, lo sellaremos bien y la carne quedará muy tierna y jugosa después de la cocción.

Te dejamos otras ideas de recetas para incluir el conejo en tu dieta diaria. Prueba este conejo al vino con hierbas aromáticas, este conejo a horno con pastel de zanahoria o este clásico conejo en pepitoria.

Qué diferencia hay entre arroz meloso, caldoso y seco

Esta receta de arroz con conejo tiene el punto de arroz meloso, entre uno caldoso y uno seco. Los valencianos, muy amantes de esta textura, afirman que debe poderse comer con tenedor. La medida de arroz sería de 2,5 tazas de líquido por cada taza de arroz y se diferencia del caldoso en los 5 minutos de reposo extra.

El arroz caldoso se come con cuchara y tiene tanta relevancia el caldo como el arroz en el sabor. En este caso, se precisan 4 medidas de caldo por cada una de arroz. 

Y el arroz seco se consigue con dos medidas de líquido por una de arroz. En este caso, se deja 8 minutos fuera del fuego para que repose y acabe de coger la textura más compacta.