La mousse es un postre de origen francés que tuvo su origen en el siglo XVIII donde ya aparece en algunos recetarios como “espuma de chocolate” debido a la textura tan característica de este dulce de bocado esponjoso. La mouse de chocolate es una de las más populares aunque se pueden preparar muchos tipos de mousse dulces, por ejemplo de frutas, como la mousse de limón con merengue tostado y hojaldre , la mousse de fresa con crumble de bizcochos de soletilla , la mousse rápida de fresones con nata o la mousse de mango con merengue . En la videorreceta de hoy hemos preparado la mousse estilo tarta, con una base de galleta , queda deliciosa. Puedes guardarla en el frigorífico y sacar justo antes de comer o dejarla un rato en el frigorífico para que esté más frequita a modo de tarta helada. Hemos usado chocolate con leche que queda algo más dulzón que el chocolate negro pero en realidad podemos usar el que más nos guste, solo tendremos que tener en cuenta que si usamos una chocolate más amargo tendríamos que aumentar la cantidad de azúcar y por el contrario con un chocolate blanco lo mejor sería prescindir de él para que no quedara demasiado empalagoso. Empieza preparando la base de galletas. Para ello tritura las galletas con una batidora, triturador de alimentos o robot de cocina. Si no tienes, pon las galletas dentro de una bolsa de congelado y machácalas con un rodillo. Derrite la mantequilla unos segundos en el microondas o al baño María hasta que esté líquida. Mézclala con la galleta triturada hasta conseguir una textura como de arena mojada. Pon la mezcla en un molde desmontable de 18 cm, reparte bien y presiona con el dorso de una cuchara para compactar. Reserva en el frigorífico mientras preparas la mousse. Empieza troceando el chocolate. En un cazo a fuego medio calienta la leche con la nata hasta que rompa a hervir. Aparta del fuego y viértelas sobre el chocolate para derretirlo. Remueve hasta que se disuelva por completo. Añade la mantequilla y mezcla hasta integrarla. Reserva. Monta las claras con varillas eléctricas. Cuando estén semimontadas, sin dejar de batir, incorpora el azúcar. Bate hasta obtener un merengue consistente que no se caiga al inclinar el bol. Añade ahora las yemas al merengue y bate unos segundos más para integrarlas. Poco a poco incorpora también el chocolate, hazlo en dos o tres tandas. Mezcla con una lengua o espátula con movimientos envolventes para que el merengue no pierda la textura. Vierte la mezcla en el molde sobre la base de galletas. Deja en el frigorífico un mínimo de 4 horas, aunque mucho mejor si lo dejas toda la noche. Pasado el tiempo de reposo, retira la mousse del frigorífico. Despega los bordes del molde con ayuda de un chuchillo redondo y desmolda con cuidado. Decora a tu gusto con bolitas o virutas de chocolate y sirve. Trucos para que la mousse de chocolate te quede perfecta: Deja los huevos al menos una hora a temperatura ambiente para que resulte más fácil montar el merengue. Si están en el frigorífico pueden tardar mucho o no montar. Si prefieres, después del reposo en el frigorífico puedes guardar la mousse en el congelador para convertirla en tarta helada. Prueba hacer la misma preparación con vasitos individuales poniendo la base de galleta en el fondo. Quedan muy bonitos. Si quieres asegurarte de una textura firme para tu mousse, añade una hoja de gelatina neutra hidratada cuando estés montando las claras, así aunque esté un tiempo fuera del frigorífico mantendrá su textura.