Hay sopas que se hacen un hueco en nuestra vida sin hacer ruido, clásicos maravillosos que nos acompañan en el día a día. No llevan carne, ni ingredientes exóticos , ni requieren horas de cocina. Así es esta sopa de cebolla con avena, sencilla, barata y con ese sabor dulce y profundo que solo se consigue cuando tratas bien a una cebolla. Os aseguro que con este plato de chuchara todo son ventajas. Yo la descubrí en una tarde de lluvia. Había cebollas en casa, un paquete de avena olvidado en la despensa y muy pocas ganas de salir. Me metí en la cocina y el resultado fue una de las cenas más sabrosas a la vez sencillas que recuerdo. Desde entonces, cada vez que alguien me dice que quiere cuidarse sin pasar hambre, esta receta es la primera que le recomiendo. Por supuesto todos los que se animan a prepararla repiten . Además, os adelanto que es perfecta para quien busca un primer plato vegano, sin gluten y con propiedades depurativas . Te limpia por dentro, te nutre y no necesita nada más que unos pocos ingredientes básicos. Es ideal si estás en una etapa de recuperación, si te has pasado un poco con los dulces o simplemente si te apetece volver a lo esencial, a la cocina tradicional de toda la vida. ¡Un plato muy de abuela! Lo mejor de todo es que puedes modificarla a tu gusto . ¿Te apetece darle un punto crujiente? Añade unos picatostes de pan integral. ¿Buscas una versión más proteica? Un puñado de garbanzos cocidos al final le van de maravilla. ¿Te va lo asiático? Prueba con jengibre fresco y un chorrito de salsa de soja. El plato que no falla (y que nadie espera) Si te digo que una sopa de cebolla con avena puede ser una de las recetas más sabrosas y reconfortantes que vas a probar, puede que me mires raro, con desconfianza. Pero solo necesitas una tarde tranquila y dos cebollas bien pochadas para comprobarlo. No hay más secreto que el cariño con el que la hagas . Esta sopa siempre sale bien. ¿Te animas a prepararla? Tu estómago te lo va a agradecer, y tu bolsillo también . Porque comer sano, rico y vegetal no tiene por qué ser caro ni aburrido. Solo hay que volver a las recetas con alma que cuidan a la vez tu salud y tu dinero. Anímate a prepararla, no te arrepentirás.