Galatopita: el pastel de leche de la abuela griega, fácil y con pasta filo

Un postre que combina el crujiente de la masa con la suavidad de la crema. Ideal para sorprender en una ocasión especial o simplemente para darte un capricho en casa.

Galatopita
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6 personas
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Media

Si quieres preparar un postre diferente, delicado y con un toque tradicional, este pastel de leche griego es una opción perfecta. Combina la textura crujiente de la pasta filo con una crema suave y aromática de leche, nata, huevos y toques cítricos que lo convierten en un dulce irresistible. Además, su forma enrollada y rizada le da un aspecto muy especial que sorprenderá a tus invitados.

La clave de esta receta está en trabajar con las hojas de pasta filo untadas con mantequilla, doblándolas con pequeños pliegues para crear esa textura en abanico, y luego enrollarlas formando una especie de flor que se coloca en el molde. Tras un primer horneado para dorar la pasta, se vierte una crema infusionada con canela, piel de naranja y limón, que aporta un aroma muy fresco y tradicional.

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Para que la tarta quede perfecta, es importante usar un molde adecuado: los desmoldables permiten sacar la tarta con cuidado, pero pueden perder algo de crema por la junta. Los moldes fijos evitan esto, aunque la presentación se hace directamente en él. Un truco es colocar el molde desmoldable sobre un plato apto para horno, para recoger cualquier líquido que pueda salir y evitar manchar el horno.

Al terminar, deja que la tarta temple antes de desmoldarla y espolvorea con azúcar glas y un poco de canela en polvo.

¿Quieres saber qué necesitas y cómo prepararlo paso a paso? Sigue leyendo: a continuación te contamos todo lo que necesitas para hacer este irresistible pastel y viajar a Grecia sin salir de tu cocina. ¡Vamos allá!

Ingredientes paraGalatopita: el pastel de leche de la abuela griega, fácil y con pasta filo

  • 8 hojas de pasta filo
  • 70 g de mantequilla derretida
  • 150 ml de leche entera
  • 200 ml de nata
  • 3 huevos
  • 150 g de azúcar (dividido en 100 g y 50 g)
  • 1 rama de canela
  • 1 piel de naranja
  • 1 piel de limón
  • Azúcar glass para decorar
  • Canela en polvo para decorar

1. Prepara el molde

Unta mantequilla por todo el molde y coloca papel sulfurizado en la base para facilitar el desmoldado. Ten en cuenta que la crema líquida puede escaparse si usas un molde desmoldable, así que una buena idea es colocarlo encima de un plato apto para horno para evitar derrames.

2. Unta las hojas de pasta filo con mantequilla

Derrite la mantequilla y, con un pincel de cocina, extiéndela ligeramente sobre cada hoja de pasta filo. No es necesario empaparlas, solo cubrirlas para que queden doradas y crujientes al hornearse.

3. Dobla y enrolla las hojas

Dobla cada hoja de pasta filo haciendo pliegues pequeños y alternados, como un abanico. Luego, gira la hoja sobre sí misma para darle forma de flor y colócala enrollada dentro del molde.

4. Hornea la pasta filo

Cuando tengas todas las hojas colocadas en el molde, hornea a 180 ° durante 30 minutos para que la pasta quede dorada y crujiente.

5. Prepara la crema infusionada

Mientras la pasta se hornea, calienta en un cazo la leche, la nata, 100 gramos de azúcar, la rama de canela, y las pieles de naranja y limón. Remueve para que el azúcar se disuelva y, cuando hierva, apaga el fuego y retira las pieles y la canela.

6. Bate los huevos con el resto de azúcar

En un bol, bate los huevos junto con los 50 gramos restantes de azúcar durante 2 o 3 minutos hasta que la mezcla esté espumosa.

7. Incorpora la leche infusionada a los huevos

Agrega poco a poco la leche infusionada a la mezcla de huevos, batiendo constantemente para que se integren bien y no se cocinen los huevos.

8. Vierte la crema sobre la pasta filo

Saca la bandeja del horno y vierte la crema cuidadosamente sobre la pasta filo ya horneada.

9. Hornea de nuevo la tarta

Introduce la tarta en el horno otros 30 minutos a 180 °. Si ves que la superficie se dora demasiado rápido, cubre con papel de aluminio para evitar que se queme.

10. Deja templar y decora

Saca la tarta del horno y déjala templar dentro del molde sobre una rejilla. Cuando esté tibia o a temperatura ambiente, desmolda con cuidado. Espolvorea con azúcar glas y un poco de canela en polvo para darle el toque final.

¡La masa filo, un clásico de la repostería griega!

Si te ha gustado esta receta con masa filo, te encantará saber que en Grecia se utiliza desde hace muchísimos años. Su origen se remonta a la cocina del Imperio Bizantino y a la influencia otomana, donde ya se preparaban dulces con capas finas de masa estirada a mano.

En la actualidad, la masa filo sigue siendo la base de muchos postres tradicionales griegos, como el famoso baklava, un pastelito relleno de nueces y bañado en almíbar o miel; el galaktoboureko, una delicia de crema pastelera envuelta en capas crujientes de filo y también bañada en sirope; o el kataifi, que se prepara con una masa en forma de hilos finísimos y se rellena con frutos secos antes de hornearse y cubrirse con almíbar. Todos ellos combinan esa textura crujiente tan característica con rellenos dulces, aromáticos y deliciosos. ¡Descúbrelos entre nuestra selección!

Y si te gusta preparar postres con el crujiente de la masa filo, no te pierdas la tarta de masa filo con crema y manzana.

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