Las costillas de cerdo son un ingrediente económico al que no siempre se le da el reconocimiento que debería tener, ya que bien cocinado es un auténtico manjar. Cocinado al horno es un plato sencillo perfecto para esos días en que no nos apetezca mucho cocinar. Tan solo un buen marinado, que se prepara con ajo , perejil , limón , miel y vino blanco , y un rato de horno convierten esa pieza de carne en un bocado exquisito para disfrute del paladar. Elige para la receta una costilla de cerdo ibérico , tiene mayor cantidad de parte grasa, lo que la hace todavía más jugosa, pero estará igualmente de chuparse los dedos si prefieres la costilla más magra de cerdo blanco. Las setas son la guarnición perfecta para el plato, puedes utilizar setas de temporada o las deshidratadas que deberás poner en remojo previamente. Además de asadas al horno, las costillas quedan estupendas como parte de otros guisos, como en este arroz con costillas y pimientos , estas costillas con garbanzos o estas patatas guisadas con costillas y habas . Trucos para unas costillas perfectas Procura elegir un costillar que tenga buena cantidad de hueso y de carne. Una pieza que es casi toda carne suena tentador, pero no es la idea, queremos huesos de costilla, justo ahí está el sabor. El marinado puedes hacerlo a tu gusto, cambiando las hierbas aromáticas y las especias. Vigila el tiempo de cocción, las costillas pueden variar de tamaño y cada horno es un mundo, por lo que pueden necesitar más o menos tiempo. Pincha la carne con un tenedor o una brocheta de madera, si no sientes resistencia al introducirlo es que ya están listas.