Biscuit de fresones

Hoy sorpréndeles en un postre precioso y suavísimo al paladar, un biscuit de fresones y nata, acompañado con chocolate caliente al lado, para mezclar.

Aurora Gonzalo
Aurora Gonzalo

Periodista especializada en gastronomía

BISCUIT DE FRESONES.
BISCUIT DE FRESONES.
Cocina Fácil / RBA / CIRO ARAGONÉS
4 personas
60 min

3

(31 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Primavera

Técnica:

Hervido

Baño maría

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Hay postres que no necesitan presentación. Basta con verlos para saber que se van a quedar grabados en la memoria. Eso es justo lo que ocurre con este biscuit de fresones servido con salsa de chocolate caliente al lado, una delicia suave y esponjosa, con ese punto de acidez fresca de la fruta, y rematada con el clásico que nunca falla: chocolate negro fundido.

Yo lo preparé por primera aprovechando que los fresones estaban en temporada. Tenía invitados en casa y, como casi siempre, me tocaba pensar en un postre que no fuera demasiado empalagoso, que pudiera dejar listo con antelación y que, al servirlo, hiciera ese pequeño efecto “wow” que nos gusta tanto. Y este lo tiene todo. Ligero, bonito y con un sabor que no empalaga pero sí conquista. ¿La clave? El fantástico contraste entre el frío del biscuit y el calor del chocolate.

Además, aunque tiene ese aire de postre de restaurante con estrella michelín, no es complicado de hacer. Solo hay que organizarse bien y tener un molde bonito a mano. El resto del trabajo lo hace el congelador.

Ingredientes paraBiscuit de fresones

  • 400 gramos de fresones
  • 1/2 ramita de vainilla
  • 100 gramos de azúcar
  • 400 mililitros de nata para montar
  • 100 gramos de chocolate negro
  • 50 gramos de mantequilla

1. Tritura los fresones

Lava los fresones con cuidado, sécalos bien y trocéalos. Ponlos en un cazo junto con la mitad del azúcar (50 g) y la media ramita de vainilla. Cocina a fuego medio unos minutos, hasta que la fruta se ablande y suelte jugo. Tritura todo con la batidora y pasa el resultado por un colador fino o chino, para que la salsa quede sedosa y sin pepitas. Deja enfriar.

2. Monta la nata y agrega los fresones

Semimonta la nata con los otros 50 g de azúcar. No hace falta que quede completamente firme, solo que coja cuerpo. Añade poco a poco la salsa de fresones fría y termina de montar la mezcla hasta que quede una crema aireada, con un color rosado precioso.

3. Al congelador

Vierte esta preparación en un molde tipo corona (o el que más te guste) y alísala bien con una espátula. Llévalo al congelador al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarlo toda la noche.

4. Prepara la salsa de chocolate

Pica el chocolate negro y ponlo en un bol resistente al calor. Añade la mantequilla y derrítelo todo al baño maría, removiendo sin parar, hasta que se forme una salsa homogénea, brillante y con ese aroma irresistible a cacao puro.

5. Sirve y disfruta

Desmolda el biscuit de fresones (puedes pasar el molde unos segundos por agua caliente para facilitar la tarea), córtalo en porciones y sirve con la salsa de chocolate caliente al lado, en una jarrita o en un bol bonito para que cada uno se sirva a su gusto. El contraste es increíble.

El truco

También se puede hacer con frutas de color morado: Arándanos, ciruelas, higos, moras, uvas negras... son perfectas para este postre.

Este postre es perfecto para preparar el día antes. Puedes tenerlo congelado en el molde y desmoldarlo justo antes de servir. El biscuit aguanta perfectamente sin cristalizar, siempre que lo saques unos minutos antes de presentarlo. El chocolate, eso sí, mejor fundirlo en el momento, para que mantenga su textura fluida y ese calorcito tan tentador.

Lo bueno de esta receta es que parece mucho más complicada de lo que realmente es. El montaje se hace en frío, no necesitas horno ni ingredientes raros, y el resultado es de auténtico lujo. Además, puedes versionarla fácilmente, por ejemplo con frambuesas, con mango o con un toque de licor si no hay niños… Lo importante es jugar con la fruta y la nata, y acompañarlo siempre de una buena salsa que le dé el contraste.

Si estás buscando ese postre especial que no sea ni demasiado pesado ni demasiado clásico, este biscuit de fresones con chocolate caliente es una opción fabulosa. Tiene presencia, sabor y una textura que se funde en la boca. Y lo mejor, se prepara con tiempo, sin agobios, y siempre queda bien. Un auténtico as bajo la manga para cenas, celebraciones o simplemente para darte un capricho.

¿Has preparado esta receta?

Marcar como cocinada

Notas de cocina

Comparte las notas de tu cocinado con otros usuarios o envía un mensaje privado

Mis notas
Las más útiles
Todas

¿Te ha gustado esta receta?

Puedes guardarla en tus favoritos, imprimirla o compartirla