Bate el huevo con una pizca de sal. Pela los ajos y pícalos. Mézclalos con la almendra, el pan rallado, una cucharada de aceite, sal y 2 cucharadas del huevo batido. Remueve hasta conseguir una pasta densa. Lava el pescado y sécalo. Ponlo en una bandeja untada con aceite, con la piel hacia abajo. Reparte una cucharada de la pasta de almendras sobre él y hornéalo durante 8 minutos a 180º. Luego, gratínalo un par de minutos a 240º. Lava el calabacín, despúntalo y córtalo en juliana fina. Cuece la juliana de calabacín en agua un par de minutos. Escúrrela y condiméntala con un chorrito de aceite y sal. Sírvela con el pescado.