Ni pastelera, ni de mantequilla: así se hace la crema diplomática, un básico de la repostería que muy pocos conocen

A la que pruebes esta crema vas a alucinar ya que, además de tener un sabor delicioso, tiene una textura supergustosa, que se deshace en la boca.

Crema diplomática
Istock
10 min

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Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

baja

Si te gusta la repostería, y te encanta sorprender a los tuyos con deliciosos pasteles, tartas o cualquier otro caprichito dulce, hoy te traigo una receta poco conocida y que queda, realmente, buenísima. Se trata de una crema diplomática o crème diplomate. Yo suelo utilizar esta crema básica de la repostería francesa para rellenar o cubrir bizcochos, pero también queda deliciosa en un milhojas de hojaldre, unas crepes o sobre una magdalena casera.

Creada en el siglo XIX por un pastelero que trabajaba en una importante embajada, el acierto de esta crema es combinar una crema pastelera clásica con nata montada y unas hojas de gelatina. La nata montada añade mucho más aire a la mezcla hasta el punto de convertirla en una crema supersuave con una textura de mousse. Respecto a la gelatina, le aporta cuerpo y una mayor consistencia al resultado final.

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Ingredientes paraNi pastelera, ni de mantequilla: así se hace la crema diplomática, un básico de la repostería que muy pocos conocen

  • 500 mililitros de leche
  • 80 gramos de azúcar
  • 4 yemas de huevo
  • 1 vaina de vainilla
  • 50 gramos de harina de maíz
  • 200 gramos de nata para montar (mínimo 35 % de materia grasa)
  • 4 gramos de gelatina en hojas

1. Infusiona la leche

Vierte la leche en un cazo, agrega la vaina de vainilla y caliéntala. Retírala del fuego antes de que rompa a hervir y deja infusionar.

2. Prepara la crema pastelera

En un cuenco, coloca las yemas y el azúcar y bátelas bien hasta que se vuelven blanquecinas. Diluye la harina de maíz con un poco de leche colada y agrégala a las yemas. Remueve y vierte el resto de leche en hilo. Vuelve a colocar en el fuego (que esté muy bajo) y remueve constantemente hasta que espese ligeramente. Retira del fuego.

3. Hidrata la gelatina

Mientras preparas la crema pastelera, pon la gelatina en un cuenco con agua muy fría y déjala hidratar (más o menos unos 5 minutos).

3. Hidrata la gelatina

4. Mézclala con la crema

Coloca 500 gramos de crema pastelera en un cuenco, agrega la gelatina bien escurrida, remueve para que se integre y déjala enfriar por completo a temperatura ambiente. Para que no haga costra mientras se enfría, tápala con film transparente de cocina a piel (tocando la superficie de la crema).

5. Añade la nata

Monta la nata con unas varillas eléctricas hasta que esté bien firme y agrégala, poco a poco, con movimientos envolventes, a la crema pastelera. Si esta se ha endurecido en exceso, bátela con las varillas para que recupere su cremosidad.

5. Añade la nata

6. Deja reposar

Cuando hayas integrado toda la nata, tapa con film transparente de cocina y reserva en la nevera unas 4 horas.

Consejos sobre la crema diplomática

  • La crema pastelera se suele aromatizar con vainilla, pero también puedes decantarte por otros sabores. Por ejemplo, puedes agregar ralladura de limón o de naranja, canela… Sobre la vainilla, nosotros hemos usado una vaina, pero puedes usar unas gotas de esencia.
  • No tengas prisa al remover la crema pastelera. Cuánto más remuevas, más cremosa quedará y no aparecerán molestos grumos.
  • Puedes preparar la crema diplomática con antelación. Eso sí, guárdala siempre en frío (en la nevera) en una manga pastelera. Así, en el momento de usarla, ya la tendrás lista para rellenar cualquier postre.
  • Para que la nata quede bien montada, procura que esté bien fría. Y, si puedes, que todos los utensilios también estén muy fríos.

Recetas para probar la crema diplomática

Si te apetece descubrir algunos postres en las que puedes incorporar la crema diplomática, echa un vistazo a:

  • Pepitos rellenos. Perfectos para una merienda o como cierre de una comida especial, estos bollitos de masa frita rellenos de crema pastelera (o, si quieres, diplomática) causarán sensación en tu mesa. Antes de servir, se rebozan con azúcar.
  • Canutillos de hojaldre rellenos. Aunque esta receta te pueda parecer complicada, lo cierto es que es sencillísima de realizar. Los canutillos se elaboran con unas láminas de hojaldre ya preparadas y unos cilindros de metal.
  • Profiteroles rellenos. Estos pequeños dulces de masa ligera (llamada masa choux) se pueden rellenar con trufa, nata montada, con crema pastelera o, también, con nuestra crema diplomática. De cualquier manera, quedarán espectaculares.
  • Tarta de hojaldre con crema y frutas. La base crujiente de hojaldre combinada con la suavidad de la crema (pastelera o diplomática) y el toque fresco de las frutas es una auténtica delicia. Además, queda tan bonita que tus comensales pensarán que la has comprado en la pastelería.
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