Cuenta una leyenda que, hace muchos muchos años, existió en una isla del Pacífico una sirena, una princesa del mar, llamada Hina. Era muy bella, con largos cabellos como algas y unos ojos que parecían perlas. Le gustaba nadar hasta la playa y jugaba a espiar a un humano que siempre paseaba por la orilla. Cómo no, terminaron enamorándose.
En cuanto se enteró, el dios del mar se puso muy celoso y prohibió a Hina volver a salir a la superficie y volver a ver al humano. La sirena acató la orden, pero un día no pudo más y volvió a nadar hasta la playa. El dios del mar, enfurecido, la atrapó, la convirtió en una semilla cubierta de pelo y la lanzó a la playa. El joven humano la encontró y, sin saber que era Hina, la cogió. Sintió que tenía algo de mágico, y la sembró en la tierra. Con el tiempo, de esa semilla nació una palmera.
Según la leyenda, los tres ojos del coco (esas marcas que tiene en la cáscara) son el rostro de Hina, que busca a su amado desde el interior del fruto. Y dicen que, cuando bebes el agua de coco, en realidad te estás tomando las lágrimas de la princesa, que sigue viva en cada cocotero.
Quizás por eso le llaman "el árbol de la vida", aunque me inclino más a pensar que es porque del coco se aprovecha todo (como del cerdo, jajaa). La pulpa es muy nutritiva y tiene un sabor delicioso, ya sea fresca o deshidratada. El agua de coco es sumamente hidratante, tanto que incluso puede sustituir al plasma humano (lo descubrieron en la Segunda Guerra Mundial y salvó la vida a muchos soldados) y del coco también se puede extraer leche, aceite... Incluso su cáscara y sus pelos se utilizan para hacer combustible y aislantes térmicos. Es la bomba, ¿no?
No creo que sea por esta leyenda, pero desde hace ya un tiempo, hay una fiebre por las recetas con coco en las redes sociales. Trufas de coco, coquitos, galletas de coco, bizcochos de coco... Hace poco vi una tarta que me llamó la atención, una especie de bizcocho de coco sin harina que no pude evitar cocinar y... ¡qué sorpresa! Es facilísimo y está buenísimo. Si eres fan del coco, ¡no te pierdas la receta!
Muchas gracias por estar al otro lado de la pantalla.
El viernes que viene, más.
Buenas compras
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