Originales y muy golosas, estas tartitas de kiwi y mascarpone lo tienen todo para triunfar en la mesa. Ideales para servir como postre en cualquier celebración, su base crujiente de galleta , combinada con la suave crema de queso mascarpone y su dulce gelatina de kiwi , la convierten en una auténtica maravilla. Para realizar estas tartitas se necesitan muy pocos ingredientes: galletas tipo María y mantequilla , para hacer la base, y queso mascarpone, un huevo , azúcar y dos hojas de gelatina , para la crema. La capa final se prepara con los kiwis y dos hojas de gelatina. Una vez tengas la masa de galleta y mantequilla lista, repártela en el interior de los aros y presiona con los dedos o con una cucharita. Así quedará perfecta. Luego, solo tendrás que colocar la crema de mascarpone, dejarla enfríar y colocar la gelatina de kiwi encima. Esta tartita está tan rica que no dejarán ni las migas. Las tartitas dulces siempre son un éxito en las mesas. Si te has quedado con ganas de descubrir más postres no te pierdas los pastelitos de arándanos o las tartitas de mousse de mandarina . Y si te gusta el chocolate, echa un vistazo a los pastelitos de chocolate con azúcar glas . No sabrás por cuál decidirte. Consejos para que estas tartitas de kiwi y mascarpone queden perfectas Con cualquier galleta. Nosotros hemos usado galletas María para hacer la base, pero también puedes usar otras que tengas en casa. Por ejemplo, las tipo Oreo quedan muy bien. Tritúralas hasta convertirlas en polvo o déjalas menos trituradas. No pasa nada si notamos trozos más grandes que otros. Para la cobertura. Si no tienes tiempo de hacer la gelatina de kiwi, puedes poner unas rodajas de esta fruta directamente sobre la capa de queso mascarpone cuajada. Otro recurso rápido y fácil es usar una mermelada. Puede ser de kiwi, de naranja, de fresa… Otras frutas. Este postre quedará estupendo con gelatina de fresas, cerezas o melocotón. Sigue los pasos que te contamos en la receta. Con chocolate. Funde el chocolate negro, blanco o con leche al baño María y, con ayuda de una manga pastelera de boquilla lisa y fina, dibuja unas líneas sobre la tartita.