Tarta de manzana y hojaldre del revés, tipo tatin

Una tarta dulce y crujiente

Ideal para servir como colofón de una comida especial o de una celebración, o, incluso, para comer a la hora de la merienda, esta tarta es muy sencilla de hacer.

Uno de los pasos principales es el caramelizado de las manzanas. Para que queden perfectas, no tengas prisa y deja que se vaya cocinando lentamente con la mantequilla, el azúcar, la ramita de canela y unas pieles de limón. Cuando veas que están doraditas ya las puedes retirar. Te recomendamos sacar la manzana en ese punto porque si la dejas mucho más, el azúcar podría quemarse y aportaría un sabor ligeramente amargo a la tarta.

En ese momento, solo te quedará cubrir el fondo de un molde desmontable redondo con los gajos de manzana. Un consejo: al repartir los gajos de manzana en el molde, procura que queden muy juntos y sin huecos. Así el resultado final quedará más bonito. Lo ideal es empezar por los bordes e ir llenando el molde hasta el centro.

Luego, coloca la masa de hojaldre encima, procurando introducirla entre el molde y la fruta, y… al horno.

En ese tiempo, conviene vigilar la masa de vez en cuando, sin abrir el horno, y si observas que está bastante dorada antes de terminar la cocción, cúbrela con papel sulfurizado para que no se queme.

Ideas para la tarta de hojaldre y manzana

• Para realizar esta tarta lo ideal es usar manzana Golden o Reineta, pero también puedes usar la Granny Smith, le aportará un toque ácido. En lugar de manzana, puedes realizar esta tarta con peras, mango, melocotones o albaricoques. Puedes escoger la fruta en función de tus gustos o de la temporada. También puedes utilizar varias frutas a la vez.
• Si quieres ofrecer un contrapunto de sabor, acompaña esta tarta con una bola de helado de vainilla o de nata.