Si buscas un postre resultón con el que quedar bien pero no complicarte demasiado esta es tu receta ideal. Sobre todo si eres fan de las natillas de chocolate tradicionales. Estas están igual de ricas pero se hacen en mucho menos tiempo. En aproximadamente 15 minutos las tendrás en la nevera enfriándose para cuando necesites sacarlas a la mesa. Te pueden servir tanto para una visita de familia o amigos improvisada que te ha pillado sin prácticamente nada en la nevera tanto como para satisfacer una de esas ansias de dulce que nos entran a media tarde. Cuando llegues del trabajo a casa solo tendrás que coger unos cuantos ingredientes que tienes entre la nevera y la despensa que en el momento que hayas terminado de cenar ya estarán listas para tomarlas. ¡No hay mejor plan para los días más duros! Y es que para hacerlas no tendrás ni que pasar antes por el super porque solo llevan leche, azúcar, huevos, harina de maíz, cacao en polvo, limón y canela. Básicos de fondo de armario (de cocina). Si además tienes en tu casa unas cuantas plantas aromáticas y entre ellas se encuentra la menta también podrás hasta decorar tus natillas de chocolate con unas hojitas. ¡No hay excusa para no hacerlas! Consejos: ¿Quieres ir más rápido todavía? Sáltate el paso de infusionar la leche con la canela y la cáscara de limón y añade unas gotas de esencia de vainilla para aromatizar. Tardarás unos pocos minutos menos, pocos sí, pero cuando se va con prisas, ¡cada segundo cuenta! ¿Te han quedado grumos y no tienes tiempo (ni ingredientes ni ganas) de repetir el paso de integrar la maicena? Saca la batidora eléctrica y pásala a máxima potencia . En menos de un minuto tendrás una masa fina y suave.