¡Qué ricas son unas buenas natillas caseras! Y si las coronas con una galleta maría , de las de toda la vida, la sensación de tomar un postre de la infancia es total... Nuestra receta tiene todo el aroma de la canela y la vainilla. Si te gustan las natillas, puedes probar también otras versiones, como las de chocolate también con galletas, las natillas al caramelo o unas originales natillas de aceite de oliva con salsa de arándanos . De los 750 ml de leche, separa un vaso y pon el resto a calentar en un cazo. Abre la vaina de vainilla, haciendo un corte transversal para que deje todo su aroma, y échala al cazo. Luego, agrega el azúcar y cuécelo todo a fuego lento durante un par de minutos aproximadamente. Apaga el fuego, tapa el cazo y deja reposar alrededor de 30 minutos. Separa las claras de las yemas de los 8 huevos y bate estas últimas en un bol. Cuando estén totalmente batidas las yemas, añádeles el vaso de leche que habías reservado y mezcla bien. A continuación, retira la vainilla de la leche que tienes en el cazo y calienta otra vez. Cuando empiece a tomar temperatura, agrega las yemas al mismo tiempo que bates suavemente para que se mezcle bien. No pares de remover y ve cociendo a fuego muy bajo, sin dejar que hierva en ningún momento. Cuando haya cogido cuerpo, en unos 3 o 4 minutos más o menos, retira las natillas del fuego y rellena los recipientes. Coloca una galleta sobre cada recipiente y espolvorea una pizca de canela en polvo por encima.