No creas que si no tienes heladera no puedes preparar un helado casero. Es más laborioso, eso sí, porque tienes que ir removiendo cada media hora en el congelador para que no se formen cristales de hielo en la superficie. Puedes utilizar cualquier recipiente apto para congelador, pero tapado con film de plástico o con una tapa hermética. Cuando tenga la consistencia deseada, lo puedes servir en bolas, conos o en copas. Con unas nueces picaditas por encima, queda delicioso.