Quien no sirve unos canapés en su mesa de fiesta es porque no quiere. Porque no necesitas ni ingredientes caros ni horas y horas en la cocina para preparar unos canapés tan deliciosos como estos: canapés de crema de roquefort y nueces. La combinación de queso roquefort y nueces se basa en la interacción entre los sabores, las texturas y los aromas de estos ingredientes. Esta mezcla equilibrada hace que sea un dúo delicioso y ampliamente apreciado en la cocina y la gastronomía. Contraste de sabores: el roquefort es un queso azul de sabor intenso y salado, con toques picantes y terrosos. Por otro lado, las nueces tienen un sabor suave, ligeramente dulce y una textura crujiente. La combinación de la intensidad del queso con la suavidad de las nueces crea un equilibrio de sabores muy agradable en el paladar. Complemento de texturas: la crema de roquefort es cremosa, mientras que las nueces son crujientes. Esta diferencia en la textura proporciona un agradable contraste en la boca, lo que hace que cada bocado sea más interesante y placentero. Consejos para personalizar tus canapés de roquefort y nueces Suaviza la crema de roquefort añadiendo a la mezcla una cucharada de queso crema para untar. Seguirá sabiendo a queso azul, pero resultará menos intenso. Tuesta las nueces antes de utilizarlas. Así potenciarás sus aromas y su sabor será más delicioso todavía (y también serán más crujientes). Extiéndelas en la bandeja del horno, forrada con papel sulfurizado, y tuéstalas unos minutos. Ten cuidado de que no se quemen, porque entonces estarían amargas. En lugar de mantequilla, utiliza margarina vegetal. Esta no hace falta que la dejes atemperar, es perfectamente untable recién salida de la nevera. Haz los canapés con tostadas caseras. Utiliza una barra de pan o una chapata del día anterior, córtala en rebanadas finas y tuéstalas en la tostadora o en el horno. Y, muy importante: unta las tostadas justo antes de servirlas o el pan se reblancederá.