Estira el hojaldre con un rodillo hasta obtener una plancha de 3 mm de grosor. Córtala con un cuchillo afilado en 8 rectángulos iguales. Enrolla cada rectángulo en un cilindro de metal, superponiendo cada vuelta. Colócalos separados entre sí en la placa forrada con papel de horno. Bate el huevo y pincela con él todos los canutillos. Introdúcelos en el horno precalentado a 220º, cuécelos durante 14 min y déjalos enfriar. Lava el limón, sécalo y ralla la mitad de la piel. Mezcla la ralladura con el azúcar, las yemas y la leche y cuece hasta que alcance 80º. Antes de que hierva, añade la maicena disuelta con algo de agua. Cuece hasta que espese, introduce la crema en una manga y enfría en la nevera. Retira los cilindros de los canutillos, con cuidado de no romperlos, y rellénalos con la crema. Sírvelos fríos, espolvoreados con azúcar glas.