El truco
¿No tienes moldes? Hazlos con bandejas de aluminio de usar y tirar; son consistentes pero fáciles de cortar y enrollar. Una vez hecho, forra el cilindro con papel de horno, metiendo hacia dentro el papel que te sobre por los extremos. Pruébalos con otros rellenos: espuma de chocolate, crema pastelera, nata montada... En lugar de espolvorearlos con azúcar glas, píntalos con miel.