Si quieres incorporar más pescado a tus menús diarios y estás buscando ideas apetitosas para “camuflarlo” y que tu familia, especialmente los niños, se lo coman sin rechistar, aquí tienes una sugerencia que se ajusta perfectamente a tus necesidades: unas albóndigas de pescado con salsa de cebolla y una guarnición de boniato y calabaza . Crujientes por fuera y muy suaves y jugosas por dentro, estas albóndigas están tan ricas que te conquistarán. Te aconsejamos que hagas más de la cuenta porque, a la que lleguen a la mesa, van a desaparecer. Elaboradas simplemente con pescadilla , pan remojado en leche , huevo , sal y pimienta, estas albóndigas son facilísimas de realizar. Una vez tengas la masa lista, déjala unos minutos en la nevera para que repose y, luego, empieza a realizar las bolitas. Pásalas por harina, huevo batido y pan rallado y… a freír. Si esta receta te ha gustado, prueba también las albóndigas de salmón en salsa verde , las albóndigas de cazón en salsa verde con espárragos y huevo duro o las albóndigas de caballa en salsa . Todas están exquisitas. Prepara la guarnición. Lava el boniato y la calabaza y ásalos tapados 1 h en el horno a 180º. Pincha para saber si están listos, si no, asa unos minutos más. Déjalos templar y pélalos. Luego, aplasta y mezcla el puré con una nuez de mantequilla. Vierte 50 ml de leche para hacerlo más cremoso, salpimienta, aromatiza con nuez moscada y reserva caliente. Pela la cebolla, pícala y póchala en una cazuela con aceite; vierte el vino, reduce y retira. En esa misma olla, rehoga las espinas y la cabeza de pescado. Añade el laurel, 400 ml de agua y sal y cuece hasta que se reduzca a la mitad; apaga, deja reposar y cuela el caldo. Viértelo sobre la cebolla, tritura y reserva esta salsa. Limpia la pescadilla, lávala y pícala. Ponla en un bol con el pan remojado en la leche restante. Luego, añade 1 huevo, sal y pimienta y mezcla hasta tener una masa. Cubre con film y deja 30 minutos en la nevera. Luego, coge porciones de masa del tamaño de una nuez, dales forma de albóndiga y enharínalas. Bate el resto de los huevos, reboza las albóndigas y pásalas por el pan rallado. Dora las albóndigas a fuego medio y por tandas y escúrrelas. Calienta la salsa, repártela en los platos con las albóndigas y sirve con el puré aparte. Consejos y variantes para las albóndigas de pescado Puedes enriquecer estas albóndigas agregando unas gambas troceadas. Fríe las albóndigas en tandas para que la temperatura del aceite no se baje. Y, luego, ponlas sobre papel absorbente de cocina para que suelten todo el aceite. Para que queden más crujientes, añade a la masa unas semillas de sésamo o granillo de almendra . Es suficiente con 1 cucharada. Sustituye la salsa de cebolla por una de tomate .