¿Noche de finde familiar? ¿Reunión con los amigos? ¿Sofá y mantita? En cualquier ocasión, la pizza es siempre una buena elección para una comida o cena informal. Y es que este clásico de la cocina italiana gusta a prácticamente todo el mundo. Si estás buscando nuevas combinaciones de ingredientes para incorporar a tu recetario, la propuesta de hoy no te dejará indiferente, se trata de una pizza de gorgonzola con jamón, pera y nueces . En esta ocasión prepararás tu propia masa de pizza , es más sencillo de lo que parece, el truco está en dejar levar el tiempo necesario para que fermente y doble su volumen y poner el horno a una temperatura elevada, tendrás como resultado una masa de textura perfecta. Extiéndela con rodillo o con las manos, reparte el relleno y al horno. ¿Quieres probar otras combinaciones? Echa un vistazo a esta pizza de carne y tomate con huevo , esta pizza rápida de berenjenas, calabacines y queso tetilla o esta pizza de caballa y pimientos asados . Diluye la levadura en 250 ml de agua templada. Coloca 300 g de harina en un cuenco, incorpora el agua poco a poco y amasa ligeramente. Añade una pizca de sal y 50 ml de aceite, y amasa entre 5 y 10 minutos; debes obtener una masa elástica pero nada pegajosa. Forma una bola con la masa y pásala a un cuenco. Tapa con un paño y deja fermentar 2-3 horas, hasta que haya doblado el volumen. Precalienta el horno a 250°. Pon la masa sobre una superficie lisa ligeramente enharinada, y trabájala de nuevo unos minutos. Estira con el rodillo para darle forma de disco y coloca en la placa forrada con papel vegetal. Lava la pera y córtala en láminas finas. Reparte sobre la masa la mozzarella rallada y añade por encima las láminas de pera, el jamón y el gorgonzola desmenuzado. Hornea la pizza entre 12-15 minutos, hasta que los quesos se fundan y los bordes de la masa estén dorados. Retira del horno, reparte por encima las nueces troceadas y sirve caliente. Consejos para tu pizza de gorgonzola con jamón, pera y nueces Modifica los ingredientes a tu gusto, el gorgonzola puedes sustituirlo por queso azul, roquefort o, incluso, por un camembert o brie si la quieres más suave. Para dar un toque fresco añade, en el momento de servir, unas hojas de rúcula por encima. Si no tienes tiempo de preparar tu masa, utiliza una ya hecha, asegurándote que sea de calidad.