Recuerdo perfectamente la primera vez que visité la Granja de San Ildefonso (Segovia), uno de los municipios más bonitos de España , situado en la Sierra de Guadarrama y que alberga el famoso Palacio Real de La Granja de San Ildefonso, antigua residencia de verano de los Borbones con unos jardines de impresión. Fue con el colegio en una excursión preciosa en la que, eso sí, pasamos muchísimo frío (prueba de ello son las fotos que todavía conservo con la nariz colorada y hombros encogidos). Pero también recuerdo esa estupenda y reconfortante comida con la que entramos en calor de la mejor manera posible. Está claro que la experiencia caló en mí porque años más tarde, los judiones de La Granja de San Ildefonso fueron de los primeros guisos que quise incorporar a mi recetario personal. Investigando su origen, descubrí con gran asombro que habían llegado allí desde América dos siglos atrás como forraje para el ganado y los animales de Palacio. Ha llovido desde entonces y, ahora, esta variedad de la judía blanca, grande y originaria de la zona es un auténtico manjar, más aún si son de calidad y los preparas con una receta de 10, sin prisa y a fuego lento. Como su propio nombre indica, los judiones de La Granja de San Ildefonso se caracterizan por su gran tamaño y necesitan que los pongas a remojo desde la noche anterior a preparar el guiso. Por lo demás, no es una receta especialmente complicada, pero requiere tiempo. La dividiríamos en dos partes: el cocinado de los judiones y la preparación del sofrito. Por otro lado, ten en cuenta que cuanto mejor sea la calidad del producto , mejor será el resultado; esto no solo va en relación con los judiones en sí (lo ideal es que sean del mismo año), sino también con el resto de ingredientes. Dicho esto, toma nota de lo que necesitas para preparar esta versión y ¡al lío! Si quieres, puedes adaptarlo a tus gustos, por ejemplo preparar judiones con grelos , judiones con jamón y guisantes en salsa verde o judiones con rape . Consejos para unos judiones espectaculares Aparte de la calidad de los ingredientes, hay otra serie de truquitos que harán que tu guiso esté espectacular. Una de ellas es "asustar" los judiones con agua fría, tal como puedes leer en el paso 2. La idea es evitar que el interior se hinche más rápido que el hollejo y acabe por romperlo. En la medida de lo posible, no muevas los judiones con ningún utensilio para evitar que se rompan, a lo sumo mueve la olla. Ah, y no añadas nada de sal hasta el final. Como cualquier guiso, estará más rico de un día para otro, así que no te preocupes si sobra.