Sabrosa, sencilla, reconfortante..., la receta que te proponemos elaborar hoy lo tiene todo para triunfar en la mesa y convertirse en un habitual de tus menús diarios. Se trata de unas habitas con alcachofas y jamón serrano , una combinación de sabores que no te dejará indiferente. El éxito de este plato está en utilizar buenos ingredientes, las habitas están en su mejor momento con la llegada de la primavera, en su punto óptimo de sabor y textura. Por supuesto, puedes preparar este plato todo el año utilizando habitas congeladas, asegúrate, eso sí, que sean de calidad para darle al plato el máximo sabor. Tenlo en cuenta también con los otros ingredientes, los guisantes y las alcachofas , si no pueden ser frescos, elígelos congelados o en conserva, pero de calidad. Si te ha gustado esta receta, seguro que te encantarán estas otras propuestas. Prueba el timbal fresco de habitas , los guisantes a la catalana o las a lcachofas al horno con pollo y verduras . Limpia las alcachofas y lávalas. Pon al fuego una olla con agua, añade la harina y 1 cucharadita de sal, y mezcla. Incorpora las alcachofas y cuécelas 15 minutos. Deja enfriar y escúrrelas. Corta el jamón en daditos. Pela la cebolla y los ajos, y pícalos menudos. Sofríe ambos en una cazuela con un fondo de aceite, 7 minutos, hasta que la cebolla esté transparente. Agrega la mitad de los dados de jamón y rehoga 2 minutos más. Añade las habitas y los guisantes a la cazuela y condimenta con sal y pimienta negra recién molida. Vierte el caldo y cuece 10 minutos, hasta que las verduras estén tiernas. Saltea el resto de los taquitos de jamón en una sartén con unas gotas de aceite, hasta que estén dorados. Retíralos, escúrrelos y rellena con ellos los corazones de alcachofa. Calienta estos, en el horno precalentado a 180 grados durante 5 minutos. Reparte el guiso de legumbres en 4 platos hondos y coloca una alcachofa rellena en el centro de cada uno. Espolvorea con el perejil lavado y picado fino, y sirve. Consejos para las habitas con alcachofas y jamón serrano Puedes enriquecer la receta añadiendo unos trocitos de huevo cocido o un huevo poché. Deja reposar el guiso, los sabores se intensifican y queda un plato delicioso. Utiliza un jamón de calidad, como el ibérico, queda menos salado al cocinarlo.