La ensaladilla rusa no puede faltar en ninguna carta de tapas , especialmente cuando llega el buen tiempo y las terrazas de los bares se llenan a rebosar. En casa también podemos preparar nuestra propia ensaladilla, con la ventaja de que podemos adaptarla a nuestro gusto añadiendo o sustituyendo los ingredientes que queramos. En la videorreceta de hoy hemos preparado una ensaladilla rusa clásica, la de siempre, que podemos servir como pica pica o como primer plato acompañada de unas tostadas de pan. También es ideal para llevar a una cena bien guardada en un tupper que siempre debe estar en el frigorífico . Un plato frío perfecto para cualquier temporada pero que sienta especialmente bien en primavera y verano y que suele gustar a todo el mundo. Lo más importante es usar ingredientes de buena calidad y servirla bien fresquita . Prepararla tiene un poquito de trabajo, pero el hecho de que todos los ingredientes sean naturales (las verduras, la patata...) le da un toque casero y un sabor incomprarables. Empieza preparando las verduras para tenerlo todo a mano y organizado. Lava las judías, corta las puntas y deséchalas. Después corta cada judía en trocitos pequeños de 1 centímetro aproximadamente. Lava y pela las zanahorias con una mandolina. Córtalas en bastoncitos y trocea en pedazos pequeños. Lava y pela las patatas. Corta cada patata en rodajas de 0,5 centímetros aproximadamente y después corta cada rodaja en cubitos. Si usas guisantes frescos sácalos de su vaina. Corta los pimientos en tiras, eliminando cualquier semilla que pueda tener. Lamina las aceitunas o pártelas por la mitad. Pon a hervir una olla con agua. Cuando hierva, añade los huevos. Cuécelos 8 minutos, enfríalos bajo el grifo, retira la cáscara y pícalos muy finos utilizando un rallador. Pon a hervir otra olla con agua y sal (no utilices el agua con la que has cocinado los huevos ni la olla sin lavar porque podría haber restos de bacterias). Cuando el agua hierva, cuece las patatas, judías y zanahorias (añade también los guisantes si son frescos o congelados) que has troceado unos 5-7 minutos. Dependerá del tamaño, lo ideal es que vayas probando hasta que la patatas esté tierna pero sin que llegue a deshacerse. Escurre muy bien las verduras. Pásalas a un bol grande y añade un buen chorro de aceite, sal y pimienta al gusto. Añade al bol los pimientos, las aceitunas y los guisantes en conserva (si has usado esta variedad). Mezcla con cuidado, intentando no romper las verduras. Incorpora la mayonesa y mezcla muy bien, pero con cuidado para no aplastar las verduras, hasta que todo quede bien integrado. Guarda la ensaladilla unas horas en el frigorífico para que esté bien fría. Guarda también el huevo rallado en el frigorífico. En el momento de servir, saca la ensaladilla del frigorífico, disponla en bandejas individuales o en una fuente grande. Espolvorea por encima el huevo rallado y coloca trozos de atún grandes para que cada comensal lo mezcle con el resto de ingredientes. Acaba de decorar a tu gusto con trocitos de pimiento o aceitunas. También puedes usar unas anchoas si te gustan. Consejos para preparar la ensaladilla de la abuela: Si quieres llevar tu ensaladilla a otro nivel usa guisantes frescos si es temporada (tendrás que hervirlos con el resto de verduras) y usa bonito del norte de la mejor calidad. Prueba a asar en el horno un pimiento rojo para sustituir a los del piquillo, aportará un sabor delicioso. Prepara en casa tu propia mayonesa casera , se hace en un muy poco tiempo y notarás la diferencia. Ten siempre la precaución, especialmente en verano, de que no pase mucho tiempo fuera del frigorífico para evitar problemas con el huevo.