Esta receta esta llena de posibilidades, así que amoldarla a tu gusto es más que una posibilidad es una obligación, en mi caso añadir una pizca de brócoli es indiscutible. Si quieres hacer esta receta más económica, puedes optar por verduras de temporada o añadir alguna que tengas olvidada por la nevera, todas le van bien.
También puedes sustituir el calamar por sepia o pota, que son opciones más baratas, pero igual de sabrosas. Si te gusta innovar, puedes añadir un toque picante con un poco de guindilla o cambiar el vino blanco por un caldo de pescado para intensificar el sabor. Juega con los ingredientes y diviértete cocinando.
Aunque es un plato sencillo, también puedes darle un toque sofisticado a la presentación sirviendo la cazuela en pequeños cuencos de barro individuales, acompañados de un buen pan rústico para mojar en la salsa. Esto no solo hace que el plato se vea más atractivo, sino que también invita a compartir y a disfrutar de la comida de una manera más relajada y familiar.
Para una presentación más festiva, puedes decorarlo con unas hojas de perejil fresco o cilantro bien picadas y acompañarlo de unas rodajas de limón fresco.
Si quieres que esta cazuela de calamar y verduras te salga perfecta, asegúrate de no cocinar el calamar durante demasiado tiempo, ya que puede volverse duro y perder así todo su atractivo.
El truco está en cocinarlo justo hasta que esté tierno y retirarlo rápidamente del fuego, no sea que el calor residual nos arruine el plato. Además, si prefieres que la salsa esté más espesa, puedes dejar que reduzca un poco más antes de servir. Por último, te recuerdo que no te olvides de probar y ajustar la sal y la pimienta antes de terminar el plato.
Si aún no te has decidido, déjame que te convenza, esta cazuela es el plato que necesitas si lo que buscas es una comida reconfortante y llena de sabor. No solo es fácil de preparar, sino que cada bocado te hará disfrutar de la combinación perfecta entre el mar y la tierra. Es ideal para cualquier ocasión, desde una cena informal con amigos hasta una comida especial en familia. La mezcla de ingredientes es irresistible y el resultado es un plato que no dejará a nadie indiferente.