Se calienta el agua hasta que arranca a hervir. Se depositan las plantas y las frutas en una tetera o cazo y se vierte el agua por encima. Se deja reposar, tapado, 10 minutos más, y se filtra. Se deja enfriar la infusión y se guarda en la nevera durante toda la noche. Cómo tomarla: Fría, recién sacada de la nevera, o con un cubito de hielo. Se puede decorar con hojas de menta. Tiene un sabor entre agridulce y amargo. Propiedades: El té verde y los frutos del bosque tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. y la cúrcuma, un protector hepático, ayuda a controlar el colesterol y combate los espasmos gastrointestinales, los gases y las flatulencias. Los arándanos favorecen la irrigación sanguínea y previenen la formación de edemas.