Tarta helada de nata, bizcocho y yema quemada

¿Te apetece preparar un postre rico y muy vistoso? Esta tarta helada de bizcocho, nata y yema quemada es perfecta para sorprender en una comida festiva.

Tarta helada de bizcocho, nata y yema quemada

Una tarta helada que no falla.

Cocina Fácil
Amanda Laporte
Amanda Laporte
Cocinera
4 personas
30 min
220 Cal

5

(2 votos)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

La tarta helada con yema quemada es todo un clásico entre los postres de siempre. No había comida familiar de domingo sin que este dulce suculento estuviera presente en la mesa para hacer las delicias de grandes y pequeños. La propuesta de hoy lleva una esponjosa base de bizcocho, un relleno de nata helada y por encima una capa de yema crujiente y tostadita, ¿se te hace la boca agua?

Su apariencia de tarta de pastelería, puede hacer pensar que es difícil de preparar, pero nada más lejos de la realidad. Tan solo necesitas el tiempo necesario para preparar las diferentes capas de la tarta y el tiempo de congelado de la nata para que tenga consistencia. También necesitarás un soplete de cocina o un quemador, imprescindible para conseguir la textura crujiente de la yema.

Si te gustan este tipo de tartas, te proponemos otras ideas igual de deliciosas: una tarta helada de requesón con frutas rojas, una clásica tarta helada al whisky o una riquísima tarta helada de chocolate y plátano.

Ingredientes paraTarta helada de nata, bizcocho y yema quemada

  • 50 gramos de Harina
  • 50 gramos de Azúcar
  • 2 Huevos
  • ½ cucharaditas de Esencia De Vainilla
  • 1 pizca de Sal
  • ½ cucharaditas de Levadura química
  • Para el relleno
  • 700 gramos de Nata Para Montar
  • 60 gramos de Azúcar Glas
  • Para la yema tostada
  • 150 gramos de Huevo
  • 150 gramos de Azúcar
  • 12 gramos de Harina De Maíz
  • 45 mililitros de Agua
  • Para el almíbar
  • 50 gramos de Azúcar
  • 50 gramos de Agua
  • ½ Vaina De Vainilla
  • Para decorar
  • 4 cucharadas de Azúcar
  • 1 cucharada de Agua

Cómo hacer tarta helada de nata, bizcocho y yema quemada

1. Prepara la masa y tamiza harina

Bate los huevos con el azúcar y la vainilla con varillas eléctricas, unos 5 minutos hasta que queden esponjosos. Añade la harina, la levadura y la sal tamizadas e intégralas con movimientos envolventes. 

1. Prepara la masa y tamiza harina

2. Hornea el bizcocho

Vierte la masa en un molde rectangular engrasado y enharinado y hornea con el horno precalentado a 180°, 15-18 minutos.

3. Bate huevos para la yema

Bate los huevos con el agua y el azúcar. Agrega la maicena y sigue batiendo hasta que se disuelva. Lleva a fuego lento y remueve hasta que espese (8-10 minutos). Retira y deja enfriar a temperatura ambiente.

4. Monta la nata

Monta la nata bien fría, con varillas eléctricas, junto con el azúcar glas y reserva en la nevera. Prepara el almíbar mezclando el azúcar, el agua y la vainilla abierta en un cazo. Calienta hasta que el azúcar esté disuelto. 

4. Monta la nata

5. Pincela con almíbar

Pincela el bizcocho con el almíbar. Coloca una tira de acetato alrededor del molde, recubriendo la parte interior. Extiende la nata y congela 4 horas.

5. Tuesta la yema

Cuando la nata empiece a estar congelada, cúbrela con la yema, espolvorea 1 cucharada de azúcar y tuesta con el soplete o una pala de quemar. Introduce en el congelador, dejar reposar 8 horas como mínimo.

6. Decora con caramelo

Introduce en un cazo el azúcar y el agua y cuece hasta conseguir un caramelo rubio (ten cuidado, se quema rápido, y si se quema amargará). Retira el cazo del fuego y, con una cuchara, crea las filigranas sobre un papel de horno enrollado. Espera a que se enfríe el caramelo. Desmolda la tarta congelada, déjala templar un poco y decórala con las filigranas de caramelo.

6. Decora con caramelo

El truco

Añade a la nata ya montada unas cucharadas de mermelada, le darás un sabor frutal a la tarta.

Consejos para una tarta helada perfecta

  • Para que el bizcocho quede bien esponjoso, es importante un buen batido de las yemas con el azúcar, deben triplicar su volumen y quedar blanquecinas por lo que el uso de varillas eléctricas es imprescindible.
  • Es necesario que la nata esté muy fría, de lo contrario, costará mucho de montar y no tendrá la misma consistencia.
  • Te será más fácil desmoldar la tarta si utilizas un molde desmontable, si no lo encuentras cuadrado puedes utilizarlo redondo.
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