Rodaballo con crujiente de parmesano y salsa de uvas

¿Estás buscando un plato principal que quede sabroso y elegante? Fíjate en este rodaballo con crujiente de parmesano. Se acompaña con una salsita de uvas.

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

Rodaballo con crujiente de parmesano

Este rodaballo se acompaña con salsa de uvas y un crujiente de parmesano.

COCINA FÁCIL / RBA / CIRO ARAGONÉS
4 personas
60 min

1

(1 voto)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Navidad

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin huevo

Con una carne exquisita, de textura fina y gelatinosa, el rodaballo es un pescado que gusta a todo el mundo. Muy apreciado por los cocineros por su gran versatilidad, según su tamaño, se puede cocinar entero o a filetes y admite un sinfín de elaboraciones: al horno, a la plancha, a la cazuela, al vapor… Está muy rico, por ejemplo, en forma de rollitos y acompañado con berberechos y un salsa de almendras o gratinado con bechamel de gambas.

Si estás buscando un plato principal que cautive a tus comensales y que tenga este pescado como protagonista, no te pierdas el rodaballo con crujiente de parmesano que te traemos hoy. Es perfecto para servir en una comida especial o en una gran celebración familiar.

Ingredientes paraRodaballo con crujiente de parmesano y salsa de uvas

  • 1,5 kilogramos de rodaballo
  • 200 gramos de uvas
  • 1 copa de vino blanco ligero
  • 100 mililitros de caldo de pescado
  • 100 gramos de queso parmesano
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 Cucharada de harina
  • sal
  • pimienta

1. Corta el pescado

Lava el rodaballo, separa los filetes de la espina, utilizando un cuchillo de hoja flexible bien afilado, y corta los filetes en varios trozos. Lava bien las uvas bajo el agua del grifo, sécalas, pélalas y retira las semillas con cuidado.

2. Ralla el queso parmesano

Ralla el parmesano con un rallador grueso, procurando sacar tiras largas. Esparce las tiras entrelazadas, dejando huecos entre ellas, sobre una bandeja forrada con papel de hornear. Introduce en el horno, precalentado a 150 °C, durante 15 minutos o hasta que coja un bonito tono dorado. Transcurrido el tiempo, retira del horno y deja enfriar. Rompe el crujiente en cuatro trozos grandes.

2. Ralla el queso parmesano

3. Elabora la salsa

Calienta dos cucharadas de aceite en una sartén, añade la harina y sofríe durante 30 segundos a fuego suave sin dejar de remover con una espátula o cuchara de madera. Agrega el caldo de pescado, el vino blanco y las uvas. Salpimienta y cuece durante 10 minutos, removiendo constantemente hasta que espese. Retira la mitad de las uvas y tritura el resto con la salsa; pasa por el colador chino y vuelve a añadir las uvas.

4. Cocina el pescado

Coloca el rodaballo en una sartén antiadherente con el resto de aceite, salpimiéntalo y dóralo por ambos lados, procurando que la piel quede tostadita. Sirve el pescado con la salsa de uvas y el crujiente de parmesano. 

Receta sin complicaciones

La realización de este plato no tiene ninguna dificultad. Primero debes preparar la salsita de uvas, que es lo que más tiempo de elaboración te llevará, luego, el crujiente de parmesano y, finalmente, el pescado.

Para que la salsa quede perfecta, es importantísimo pelar las uvas. Para no tener que estar mucho tiempo quitando las pieles, pon agua a hervir y, cuando empiece a borbotear, introduce las uvas y déjalas solo 30 segundos. Pasado este tiempo, retíralas y colócalas en un cuenco con agua y cubitos de hielo. De esta manera, las pelarás en un santiamén.

Y para quitar las pepitas, necesitarás un clip de papelería. Lávalo bien, tira de uno de los lados hasta que el clip quede abierto e introduce una de las puntas redondeadas por el agujerito que forma el pedúnculo de la uva. Da un pequeño giro y retira el clip. No quedará ni una semilla.

Sobre el crujiente de parmesano, su realización también es sencillísima: rállalo con un rallador de agujeros grandes, forma montoncitos sobre una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado, procurando que queden espacios vacíos entre las tiritas de queso y… al horno. Cuando empiecen a dorarse ya están listos. Para que tengan todavía más sabor, puedes agregar unos piñones picaditos.

Por lo que se refiere al pescado, solo una indicación: para que quede muy jugoso, no lo tengas mucho tiempo en el fuego. Con 2-3 minutos por cada lado será suficiente.

Ideas para el rodaballo con crujiente de parmesano

  • Si quieres enriquecer este plato, agrega unas almejas o chirlas cocidas al vapor o unas gambitas salteadas.
  • A la hora de comprar el rodaballo, puedes elegir uno que sea de cultivo o de piscifactoría. Es más barato que el salvaje y su calidad también es excelente. Adquiérelo en una pescadería de confianza.
  • En lugar de rodaballo puedes decantarte por otros pescados. Por ejemplo, puedes optar por un lenguado o un rape.
  • No tires la espina del rodaballo, guárdala en el congelador y utilízala en el momento de realizar un caldo de pescado. Le aportará un sabor delicioso. 
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