Hay platos que saben a domingo, a esos días donde el tiempo parece detenerse e invita a la calma y a disfrutar de una buena comida. El pollo de corral a la cerveza se puede encuadrar en esta categoría sin ningún problema, Un clásico que nunca falla y que, además, os adelanto, es facilísimo de preparar. Ingredientes sencillos y un poco de paciencia, no se necesita más. La clave está en cocinar a fuego lento, con calma y sin prisas. Además, el pollo de corral tiene menos grasa y un sabor más intenso que el pollo convencional , lo que hace que el guiso quede aún más sabroso. El éxito está asegurado. Esta receta es perfecta para esos días en los que quieres comer algo reconfortante sin estar pegado a los fogones. Solo necesitas dorar el pollo, añadir las verduras y la cerveza, y dejar que el tiempo haga el resto. Y lo mejor de todo es que, como suele pasar con los guisos, está aún más rico de un día para otro . Así que, si te sobra algo (cosa poco probable), puedes guardarlo y disfrutarlo al día siguiente sin remordimientos. Variaciones y trucos para personalizar la receta Lo bueno de los guisos es que admiten casi cualquier cosa. Si quieres darle un toque más sofisticado , prueba a añadir unos champiñones laminados o unas ciruelas pasas. El contraste dulce con la cerveza y el pollo es espectacular. También puedes sustituir los piñones por almendras o nueces, que aportan un punto crujiente muy interesante. Otra opción es jugar con las especias . Un poco de tomillo, romero o incluso una pizca de curry pueden darle una vuelta completamente diferente al guiso. Y si te animas, prueba a añadir un chorrito de brandy junto con la cerveza. El alcohol se evapora, pero el sabor que deja es increíble. Si te preocupa el alcohol de la cerveza, puedes usar una versión sin alcohol sin problemas. El sabor sigue siendo delicioso y nadie notará la diferencia. Y si quieres hacer la receta un poco más ligera, sustituye el pollo de corral por muslos deshuesados o incluso pavo, que también queda genial con este tipo de guisos. Si te preguntas con qué acompañar este pollo de corral, la respuesta es sencilla: Un buen guiso pide a gritos algo para mojar, así que no escatimes con el pan. Unas patatas fritas o un puré casero también le van de maravilla. Y si quieres una opción más ligera, un arroz blanco o un cuscús absorben la salsa y quedan espectaculares. Otra idea es acompañarlo con una ensalada fresca, que ayuda a equilibrar la intensidad del guiso. Unos canónigos con manzana y frutos secos, aliñados con un poco de vinagre balsámico, son el contraste perfecto. Y si buscas algo más contundente, unas verduras asadas como calabacín, berenjena o pimientos completan el plato de forma genial. Así que, la próxima vez que quieras un plato fácil, reconfortante y que conquiste a todo el mundo, no lo dudes y prepara este pollo de corral a la cerveza . Te prometo que las caras de los comensales lo dirán todo. ¡A disfrutar!