Mira este bizcocho de chocolate humedecido con kirsch que se rellena con cerezas y nata montada y se oculta tras una dulce muralla de lascas chocolate. Parece mentira que con ingredientes tan sencillos se elabore un postre de fama universal que además tiene nombre propio: el pastel Selva Negra. En el DNI original de este postre pone “schwarzwälder kirschtorte”, que quiere decir pastel de cereza de la Selva Negra, porque es en esa región alemana donde se produce el kirsch, un aguardiente de cerezas imprescindible para hacer esta tarta según la receta tradicional. Efectivamente, este licor se utiliza para aromatizar los bizcochos de chocolate que luego se rellenan con nata batida y cerezas deshuesadas; para que estas tengan más sabor, ponlas la noche anterior en un cuenco, cúbrelas con el kirsch y deja macerar 30 minutos. Si quieres que los bizcochos de tu pastel Selva Negra te queden más jugosos, prepara un almíbar cociendo 100 g de azúcar con 100 ml de agua; escurre las cerezas deshuesadas del kirsch, añade este al almíbar y mezcla. Luego, riega los bizcochos con el almíbar frío, sin empaparlos, rellénalos y cúbrelos con la nata batida y las cerezas deshuesadas. Ya tienes listo para servir tu delicioso pastel Selva Negra. O no, ¡que todavía falta decorarlo! La tarta clásica se espolvorea al final con unas virutas de chocolate y se decora con cerezas, pero este pastel Selva Negra va envuelto con unas lascas de chocolate con las que consigues un acabado profesional. Sigue leyendo hasta el final, más adelante te contamos con todo detalle cómo hacer las lascas de chocolate y decorar tu pastel Selva Negra para que te quede igual que el de la foto. Corónalo con unas cerezas frescas o con unas guindas en aguardiente o en almíbar, pero no te olvides de escurrirlas bien antes. Si te ha gustado este pastel Selva Negra, también te gustará el pastel Selva Negra al estilo tradicional , la exquisita receta de Selva Negra: bizcocho de cacao y cerezas confitadas y, si prefieres tomarlo en dosis pequeñas, no te pierdas la versión del pastel Selva Negra individual , que tiene el tamaño justo para caer en la tentación sin remordimientos. Decora tu pastel Selva Negra con todo detalle Esta receta no es nada difícil, pero sí bastante laboriosa y, desde luego, necesitas tener algo de tiempo libre para prepararla. Si vas con prisa, es mejor hacer los bizcochos la víspera. Para que los bizcochos se mantengan tiernos y jugosos, envuélvelos en film transparente, por separado, y déjalos en la nevera toda la noche. Al día siguiente solo tendrás que batir la nata y montar tu tarta Selva Negra con toda tranquilidad. Parte del éxito de este pastel Selva Negra está su presentación tan original, toda envuelta de lascas de chocolate. ¿No sabes cómo hacerlas? Toma nota: vierte el chocolate recién fundido sobre una hoja de papel vegetal y extiéndelo con una espátula para que quede una capa fina. Antes de que el chocolate se enfríe, enrolla el papel poco a poco y reserva en la nevera al menos 20 minutos, para que el chocolate se endurezca y adquiera consistencia. Pasado este tiempo, coloca el papel vegetal en la mesa de trabajo y desenróllalo con cuidado, verás cómo el chocolate se desprende formando lascas irregulares. Solo tienes que pegarlas a los lados de la tarta, presionando ligeramente con la punta de los dedos (con cuidado, que las lascas son frágiles y se rompen fácilmente) para que se adhieran bien a la cobertura de nata montada. Si no vas a llevar a la mesa inmediatamente el pastel Selva Negra, déjalo en la nevera hasta que el último momento. Unos minutos antes, coloca encima las cerezas enteras, sin quitarles los rabitos y, si quieres, espolvorea la superficie con chocolate negro rallado y azúcar glas.