Hacer la trufa. Calentar la nata con el azúcar hasta que apenas empiece a hervir. Apartar del fuego, añadir el chocolate cortado en trozos pequeños y remover con una espátula para lograr una crema homogénea. Dejar reposar como mínimo 12 horas en la nevera. Precalentar el horno a 180°. Extender la lámina de hojaldre en la bandeja del horno sobre una hoja de papel sulfurizado. Pincharlo con un tenedor y, con la ayuda de un colador pequeño, espolvorearlo con el azúcar glas. Cubrir con otra hoja de papel sulfurizado y colocar encima una bandeja de horno. Hornear el hojaldre durante 25-30 minutos. Retirarlo cuando esté listo y dejar que se enfríe un poco a temperatura ambiente. Mientras, batir la crema de chocolate con las varillas como si fuera nata montada: se debe obtener una trufa esponjosa. Cortar el hojaldre en doce rectángulos del mismo tamaño. Cubrir ocho con la trufa, superponerlos de dos en dos y terminar los milhojas con los hojaldres restantes. Espolvorear la superficie con una fina capa de cacao y decorar con una ramita de grosellas.