¿Eres de los que preparan pescado rebozado en casa y se desesperan cuando el empanado se despega en la sartén? Puede que estés cometiendo el error más común sin saberlo. "Rebozar pescado es una técnica sencilla pero llena de matices", asegura Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil, y lo mejor es que se puede aplicar a infinidad de opciones: desde un clásico bacalao rebozado, hasta calamares, boquerones o pixín, bocaditos de rape típicos del norte. Pero en todos los casos, hay un paso clave que muchas veces se pasa por alto y que puede arruinar el resultado: el orden de los ingredientes al rebozar.
El error más frecuente es empezar por el huevo. Muchas personas tienden a pasar directamente el pescado por huevo batido antes de rebozarlo, pensando que así se adherirá mejor. Pero lo cierto es que, "si lo haces así, lo más probable es que el rebozado se despegue en cuanto lo pongas en la sartén", dice Cristina Alvarez. ¿La solución? "Siempre hay que empezar por la harina y luego pasar al huevo, el orden de los ingredientes es lo más importante" (y al pan rallado si quieres un acabado empanado y más crujiente).
¿Por qué hay que pasar primero por harina?
Cocina Fácil / RBA
Porque la harina actúa como una base que hace de "pegamento". Al cubrir el pescado con harina, creamos una capa seca sobre la que el huevo se adhiere mucho mejor y crea una base perfecta para el rebozado. Es un detalle sencillo, pero marca la diferencia en el resultado final. Así es como lo he aprendido y comprobado a lo largo de los años, y desde que lo hago así, no vuelvo a perder ni una pizca de rebozado.
Otros trucos para que el rebozado quede perfecto
Además del orden, otro aspecto fundamental es secar muy bien el pescado antes de rebozarlo. Si está húmedo, la harina no se fija y todo el proceso pierde eficacia. Puedes usar papel de cocina para eliminar el exceso de agua y dejar que repose unos minutos a temperatura ambiente. Esto ayuda a que todo se adhiera mejor y también evita salpicaduras al freír.
La temperatura del aceite también es clave. Si está demasiado frío, el rebozado absorberá mucha grasa y quedará blando; si está muy caliente, se quemará por fuera y quedará crudo por dentro. Lo ideal es buscar el punto intermedio. Puedes comprobarlo introduciendo un pequeño trozo de pan: debe burbujear de inmediato, pero sin quemarse rápidamente.
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Otra recomendación es no saturar la sartén. Si pones muchas piezas a la vez, la temperatura del aceite bajará y el rebozado no quedará crujiente. Lo mejor es freír en tandas pequeñas y tener paciencia, de esta manera conseguirás un resultado perfecto y mucho más profesional en casa.
El toque final que marca la diferencia
Si quieres un toque extra de sabor y textura, puedes mezclar pan rallado con un poco de panko o copos de maíz triturados. Esta combinación da una capa aún más crujiente, perfecta para quienes buscan un acabado más gourmet sin complicarse demasiado.
Por último, una vez fritos los filetes, colócalos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite, pero nunca los apiles unos encima de otros. Si lo haces, se ablandará el rebozado y perderás toda la textura que tanto ha costado conseguir.
Con estos trucos, no solo evitarás que el empanado se despegue, sino que además conseguirás un pescado rebozado dorado, crujiente y perfecto para acompañar con una ensalada, un puré de patata o una buena mayonesa casera. ¡Atrévete a probarlo y notarás la diferencia desde el primer bocado!