Hay tartas que entran por los ojos antes incluso de probarlas. Y esta tarta de chocolate con arándanos frescos es uno de esos casos claros: se presenta con esa glasa que brilla como un espejo, con el contraste de las frutas encima, y lo único que piensas es: “Dame un trozo ya mismo”. Pero además del aspecto, tiene algo que engancha: un bizcocho jugoso, de chocolate intenso, que no empalaga y que combina de maravilla con la acidez suave de los arándanos. Si lo tuyo son los bizcochos de chocolate tampoco te puedes perder el bizcocho esponjoso de chocolate y pera , el bizcocho nube de chocolate o el bizcocho chiffon de chocolate , Lo mejor de todo es que no necesitas ser repostero profesional para bordarla. Es un postre fácil . Con ingredientes básicos y un poco de mimo, puedes conseguir un postre que dejará a tus comensales con la boca abierta. Te aseguro que esta receta es súper agradecida. Suscríbete a Cocina Fácil y disfruta de todas las ventajas que tenemos para ti. Crearás tu libro de cocina, accederás a contenido exclusivo y mucho más ¡Por solo 1 €! Y sí, lo digo con conocimiento de causa. La probé por primera vez en un cumpleaños familiar en casa de mi hermano, y desde entonces se ha quedado en el recetario como “la tarta infalible”. Vamos a por ella, que merece la pena. Un postre que lo tiene todo El secreto de esta tarta está en el equilibrio. Ni demasiado dulce ni demasiado amarga, con un punto ácido que te limpia el paladar y te invita a repetir. Y si quieres darle un aire aún más festivo, acompáñala con un poco de nata montada sin azúcar o una bola de helado de vainilla. Además, es una de esas recetas que puedes adaptar. ¿No tienes arándanos? Puedes usar frambuesas, moras o incluso cerezas. ¿Te sobra glasa? Guárdala para untar en pan tostado… o para comértela a cucharadas. Aquí no juzgamos.