La deliciosa tarta de chocolate y arándanos que preparo en menos de una hora (fácil y deliciosa)

Un bizcocho esponjoso de chocolate, una glasa brillante y un puñado de arándanos frescos. Así de sencillo. Así de irresistible.

Tarta de chocolate y ara´ndanos
Gtres
10 personas
50 min

3

(2 votos)

Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Hay tartas que entran por los ojos antes incluso de probarlas. Y esta tarta de chocolate con arándanos frescos es uno de esos casos claros: se presenta con esa glasa que brilla como un espejo, con el contraste de las frutas encima, y lo único que piensas es: “Dame un trozo ya mismo”. Pero además del aspecto, tiene algo que engancha: un bizcocho jugoso, de chocolate intenso, que no empalaga y que combina de maravilla con la acidez suave de los arándanos. 

Si lo tuyo son los bizcochos de chocolate tampoco te puedes perder el bizcocho esponjoso de chocolate y pera, el bizcocho nube de chocolate o el bizcocho chiffon de chocolate

Lo mejor de todo es que no necesitas ser repostero profesional para bordarla. Es un postre fácil. Con ingredientes básicos y un poco de mimo, puedes conseguir un postre que dejará a tus comensales con la boca abierta. Te aseguro que esta receta es súper agradecida.

Suscríbete a Cocina Fácil y disfruta de todas las ventajas que tenemos para ti. Crearás tu libro de cocina, accederás a contenido exclusivo y mucho más ¡Por solo 1 €!

Y sí, lo digo con conocimiento de causa. La probé por primera vez en un cumpleaños familiar en casa de mi hermano, y desde entonces se ha quedado en el recetario como “la tarta infalible”. Vamos a por ella, que merece la pena.

Ingredientes paraLa deliciosa tarta de chocolate y arándanos que preparo en menos de una hora (fácil y deliciosa)

  • Para el bizcocho
  • 110 gramos de chocolate negro fondant
  • 100 mililitros de agua
  • Mantequilla (para el molde)
  • 4 huevos
  • 100 gramos de azúcar
  • 75 gramos de harina
  • Para la glasa de chocolate
  • 200 gramos de chocolate negro fondant
  • 150 mililitros de nata para montar
  • 30 gramos de mantequilla
  • Para decorar
  • 150 gramos de arándanos frescos

1. Prepara el bizcocho

Trocea el chocolate y ponlo en un cazo junto con los 100 mililitros de agua. Calienta a fuego muy suave, removiendo con cuchara, hasta que se derrita completamente y tengas una crema de chocolate homogénea. Retira del fuego y deja templar un poco.

2. Monta los huevos

En un bol grande, bate los huevos con el azúcar con unas varillas eléctricas (o a mano si tienes paciencia) hasta que tripliquen su volumen. Esto dará aire y ligereza al bizcocho.

3. Añade los ingredientes secos y el chocolate

Tamiza la harina para evitar grumos y añádela en dos veces a la mezcla de huevos batidos. Después, incorpora poco a poco el chocolate derretido, mezclando con movimientos envolventes para que no baje.

4. Hornea

Vierte la mezcla en un molde redondo de unos 20-22 cm previamente engrasado con mantequilla. Hornea en horno precalentado a 180 ºC durante 40 minutos. Para comprobar si está listo, pincha con un palillo: debe salir limpio. Saca del horno, deja templar y desmolda con cuidado.

5. Prepara la glasa

Trocea los 200 gramos de chocolate y ponlos en un bol. Calienta la nata en un cazo hasta que empiece a hervir y viértela sobre el chocolate junto con la mantequilla. Remueve con una espátula o cuchara hasta obtener una glasa brillante y sedosa.

6. Monta y decora la tarta

Coloca el bizcocho ya frío sobre una rejilla (pon debajo papel para recoger el exceso) y vierte la glasa por encima, dejando que caiga de forma natural por los bordes. Mientras aún esté húmeda, reparte los arándanos frescos por encima. Mete en la nevera al menos 1 hora antes de servir.

El truco

Para que el bizcocho te quede más jugoso, puedes preparar el día anterior la base y guardarla bien tapada. El reposo le va genial.

Un postre que lo tiene todo

El secreto de esta tarta está en el equilibrio. Ni demasiado dulce ni demasiado amarga, con un punto ácido que te limpia el paladar y te invita a repetir. Y si quieres darle un aire aún más festivo, acompáñala con un poco de nata montada sin azúcar o una bola de helado de vainilla.

Además, es una de esas recetas que puedes adaptar. ¿No tienes arándanos? Puedes usar frambuesas, moras o incluso cerezas. ¿Te sobra glasa? Guárdala para untar en pan tostado… o para comértela a cucharadas. Aquí no juzgamos.

¿Has preparado esta receta?

Marcar como cocinada

Notas de cocina

Comparte las notas de tu cocinado con otros usuarios o envía un mensaje privado

Mis notas
Las más útiles
Todas

¿Te ha gustado esta receta?

Puedes guardarla en tus favoritos, imprimirla o compartirla