El truco
Para que los dados de patata queden bien crujientes por fuera pero perfectamente cocinados por dentro, fríelos primero a fuego medio hasta que estén tiernos, y justo antes de servir, dales un golpe de calor fuerte (en sartén o en horno) para que recuperen el crujiente. Si los vas a preparar con antelación, puedes dejarlos hechos a falta del último toque, y así ahorrarás tiempo cuando lleguen los invitados.