Pela las manzanas, pártelas en cuartos, retírales el corazón y corta la pulpa en dados. Ponlas en una cazuela con el azúcar moreno, la canela, las pasas y 2 cucharadas de agua. Tapa y cuece durante 8 minutos a fuego suave, removiendo de vez en cuando con una cuchara de madera. Retira y deja enfriar. Distribuye la preparación anterior en 4 vasitos o en cuencos refractarios, llenándolos solo hasta la mitad de su capacidad. Deja reposar en la nevera. Monta las claras a punto de nieve con la sal, mejor con varillas eléctricas. Añade el azúcar glas, poco a poco y sin dejar de batir. Introduce el merengue obtenido en una manga pastelera y cubre con él la compota de manzana. Precalienta el horno a 180º. Pon los vasitos en la placa y gratina 3 o 4 minutos, hasta que la superficie del merengue esté ligeramente dorada. Retira y deja enfriar. Reserva la compota en la nevera hasta el momento de servirla.