Uno de los dulces más famosos de Ávila, y que hoy en día se encuentra en todo nuestro país, son las yemas de Santa Teresa . Delicadas, muy dulces y con un exquisito sabor a yema, son de esos postres golosos que, a la que los pruebas, es difícil resistirse a comer solo uno. Si nunca te has planteado hacerlas en casa porque te parece que son muy difíciles de realizar, aquí tienes una receta que, además de ser muy sencilla, siempre sale bien. Anímate a prepararlas en estos días de fiesta y… triunfarás. Para que las yemas glaseadas de Santa Teresa queden perfectas es importante encontrar el punto exacto del almíbar . Cuando veas que el agua y el azúcar forman unas burbujas densas, es el momento de agregar las yemas ligeramente batidas. Deja que todo cueza a fuego lento y cuando espese ya estará la masa a punto. Solo te quedará hacer las bolitas, rebózalas con al azúcar glas y… a disfrutar. Si te encantan las yemas de Santa Teresa, también te gustarán los mantecados caseros , los roscos de vino glaseados y las figuritas de mazapán rápidas . Mezcla en un cazo 100 ml de agua con el azúcar, remueve con una cuchara de madera y ponlo al fuego. Caliéntalo y deja que hierva pero vigilando que no se queme, hasta que el almíbar esté en su punto; es decir, cuando empiecen a aparecer unas burbujas densas. Bate ligeramente las yemas en un bol. Agrégalas al almíbar sin dejar de remover con una cuchara de madera y deja que la mezcla cueza a fuego lento hasta que espese. En ese momento, retírala del fuego y deja que se enfríe. Pon 2 cucharadas de azúcar glas en un cuenco o una taza. Forma bolitas con la preparación de yemas, con ayuda de dos cucharas, y rebózalas en el azúcar del bol. Espolvoréalas con más azúcar y termina de redondearlas bien con las manos, espolvoreándolas con el azúcar que necesites hasta que las yemas queden perfectas. Ideas para las yemas glaseadas de Santa Teresa A la hora de hacer esta receta es fundamental que los huevos sean muy frescos y si son de gallinas criadas en libertad, mejor. Para que la mezcla no se pegue en tus manos, engrásalas con un poco de aceite de girasol . Al elaborar el almíbar, puedes incorporar un poco de piel de limón o una ramita de canela .