Prepara la base. Pica las galletas y mézclalas con la mantequilla derretida. Coloca esta masa en el fondo de unos vasitos y reserva 30 minutos en la nevera. Haz las lionesas. Introduce la leche en un cazo junto con la mantequilla, el azúcar y la sal y, cuando rompa a hervir, incorpora la harina de un golpe. Remueve hasta que se forme una masa homogénea que se despegue de las paredes del recipiente; retira del fuego y deja templar, removiendo de vez en cuando. Agrega el huevo, sin dejar de remover hasta que se incorpore. Introduce la masa en una manga pastelera con boquilla lisa y forma bolitas, separadas entre sí, sobre la placa forrada con papel sulfurizado. Cuece las lionesas 12 minutos en el horno precalentado a 210°; baja la temperatura a 160° y cuece 8-10 minutos más. Deja enfriar. Pasa la nata montada a una manga pastelera con boquilla fina y estriada. Pincha con esta la base de las lionesas, hazles un pequeño agujero y rellénalas con la nata. Reserva en la nevera. Elabora la mousse. Bate 150 g de nata en un bol bien frío, hasta que esté semimontada, y resérvala en la nevera. Calienta el resto de la nata con la leche, la yema y el azúcar; cuece, a fuego suave y removiendo, hasta que empiece a espesar. Retira, agrega el chocolate picado y mezcla hasta que se funda por completo. Deja templar e incorpora la nata montada, poco a poco. Añade a cada vasito una capa fina de mousse y 2 lionesas cortadas por la mitad. Cúbrelas con más mousse y deja 2 horas en la nevera. Decora con el resto de las lionesas y las virutillas de chocolate, y sirve.