En un bol, mezcla la harina, el agua y la sal con las manos hasta formar una masa que no se pegue. Colócala entre dos hojas de papel de horno y estírala con rodillo. En una sartén pon un trozo de masa bien fina y dórala por ambos lados, y así hasta acabar la masa. Apila las "tortas" tostadas y córtalas, por la mitad en diagonal, la mitad de la mitad, y así hasta lograr triángulos del tamaño deseado. Fríelos en aceite bien caliente para que queden crujientes. Tritura juntos los ingredientes del queso y cuécelos 18 minutos a fuego bajo, removiendo con varillas.