Tritura las galletas con la ayuda de un robot de cocina o con la picadora eléctrica, añade la mantequilla, previamente reblandecida y tritura de nuevo o amasa con las manos. Vierte la mezcla en un molde redondo desmontable de unos 18 cm de diámetro y repártela por toda la base, presionando con los dedos. Guárdalo en la nevera. Trocea el chocolate y disponlo en un bol. Calienta la nata junto con la leche y, cuando hiervan, viértelas sobre el chocolate. Remueve hasta lograr una crema suave y homogénea, añade la mantequilla reblandecida, mezcla de nuevo y reserva. Monta las claras a punto de nieve con las varillas eléctricas y, sin dejar de batir, añade el azúcar. Continúa batiendo hasta tener un merengue denso. Incorpora las yemas y bate unos segundos más. Mezcla un cuarto de la preparación anterior con la crema de chocolate reservada y añade luego el resto, removiendo muy delicadamente de arriba abajo. Vierte la mousse en el molde preparado, sobre la base de galleta, tapa con film transparente y guárdala 4-5 horas en el congelador. Al servir, desmóldala y decórala con las bolitas de chocolate.