Las mini pizzas tienen ese encanto imbatible de lo pequeño y delicioso. Caben en una mano, huelen a horno recién encendido y tienen un sabor increíble . Las pruebas una vez y ya estás pensando en la próxima excusa para prepararlas. Esta versión con jamón cocido, tomate fresco y quesos irresistibles, mozzarella y parmesano, es de las que se repiten sin cansarse. Y si tienes niños en casa, te aviso: vas a tener que hacer el doble. La clave está en lo simple. No hay que complicarse con masas caseras , si no se quiere, aunque si te animas, siempre es un plus, y los ingredientes se encuentran fácilmente en cualquier supermercado. Solo necesitas un poco de mimo al montarlas y el horno hará el resto . De hecho, esta receta se ha convertido en una de mis favoritas para improvisar una cena con amigos: todo el mundo ayuda a montar su pizza, se hornean en un periquete y nadie se queda con hambre. Además, es una receta que puedes adaptar al gusto de cada cual . ¿No tienes parmesano? Usa manchego. ¿Prefieres jamón serrano? Adelante. ¿Tienes unos champiñones que se van a morir de pena? A la pizza. Pero empecemos por la receta tal cual, la combinación original, que ya de por sí es puro sabor. ¿Te apetece tunearlas un poco? Estas minipizzas admiten todas las variantes que te imagines . Puedes añadir unas rodajas finas de champiñón, unas aceitunas negras cortadas o incluso un huevo de codorniz encima, que se cuece en el horno a la vez que el resto. También funcionan muy bien con pesto en lugar de orégano, o con rúcula fresca añadida justo antes de servir. Si tienes niños, esta es una receta ideal para cocinar con ellos . Cada uno puede montar su propia minipizza y elegir los ingredientes que más le gusten. Es una forma divertida de introducir verduras en su dieta (añadir calabacín, pimiento o incluso espinacas baby es una buena idea) sin que se quejen. Una receta que siempre triunfa Esta receta no solo es fácil, rápida y económica. También es una excusa perfecta para compartir tiempo en la cocina y alrededor de la mesa . Lo mejor de todo es que puedes prepararla con antelación: deja las minipizzas montadas en la nevera y hornéalas justo antes de servir. Si te sobra alguna (cosa rara), al día siguiente están igual de buenas. Para una cena informal, un cumpleaños en casa o una comida de picoteo con amigos, estas pizzas en versión mini son la opción perfecta. Tienen ese equilibrio entre sabor de siempre y formato moderno que tanto gusta. Además, al ser individuales, puedes controlar mejor las raciones... aunque siempre cae alguna más. ¡Anímate a probarlas! No necesitas ser pizzero profesional para disfrutar de una buena pizza casera . Con esta receta de minipizzas de jamón, tomate y queso vas a quedar como un auténtico chef sin complicarte la vida. Se hacen en poco más de media hora, con ingredientes sencillos y un resultado espectacular. Te aseguro que si las pruebas una vez, repetirás.