Milhojas de fruta

El postre de hoy es un refrescante milhojas de frutas con gelatina de menta. Se alternan láminas de sandía, melón, ciruelas y kiwi. Y se decora con unas ramitas de menta.

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

MILHOJAS DE FRUTA.
Cocina Fácil / RBA / PERE PERIS
4 personas
15 min
130 Cal

5

(1 voto)

Dieta:

Baja en calorías

Mediterránea

Vegetariana

Temporada:

Verano

Técnica:

Hervido

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten
Sin lactosa
Preparación con antelación

Hay postres que enamoran con solo verlos. Y este milhojas de fruta con gelatina de menta es uno de ellos. Colorido, fresco y lleno de sabor, es la opción perfecta para cuando queremos algo dulce sin complicarnos demasiado, pero que parezca sacado de la carta de un restaurante con estrella Michelín. Y lo mejor: no lleva ni gluten ni lactosa, es bajísimo en calorías y está lleno de fruta de temporada.

La primera vez que lo preparé fue un día de calor infernal. Buscaba algo que se pudiera preparar con antelación. Acabes montando este milhojas en la mesa, casi como un juego, y el resultado fue un éxito rotundo, se lo comieron hasta los que dicen que “la fruta no es postre”. Ese día aprendí dos cosas: que la presentación lo es todo… y que la menta hace maravillas en la cocina.

Este postre tiene el encanto de lo sencillo. No necesita ingredientes exóticos ni técnicas complicadas. Solo hay que cortar bien la fruta, dejar cuajar la gelatina de menta, que es el toque mágico, y montarlo con un poco de mimo. Ideal para cenas con amigos, para agasajar a alguien especial o simplemente para darse un capricho dulce que no rompa la operación bikini.

Ingredientes paraMilhojas de fruta

  • 200 gramos de Sandía
  • 200 gramos de Melón
  • 2 Ciruelas rojas
  • 2 Kiwis
  • 4 láminas de Gelatina
  • 50 gramos de Azúcar
  • 2 ramitas de Menta

1. Prepara la gelatina

Pon a remojar las láminas de gelatina en un bol con agua fría 10 minutos. Mientras tanto, lleva a ebullición 300 ml de agua con los 50 gramos de azúcar. En cuanto empiece a hervir, retira del fuego y añade una ramita de menta lavada. Tapa el cazo y deja que la mezcla repose durante 5 minutos para que el agua se impregne bien del aroma fresco de la menta.

Después, cuela la infusión, escurre muy bien la gelatina y añádela al líquido caliente. Remueve con una cuchara hasta que se disuelva por completo. Mete la mezcla en la nevera y déjala enfriar unas 2 horas, o hasta que cuaje bien. Antes de utilizarla, remuévela un poco con un tenedor para romperla y que quede con una textura suave, casi como un granizado.

2. Corta la fruta

Con un cuchillo afilado o un cortapastas, corta 4 rodajas grandes de sandía sin pepitas y otras 4 más pequeñas de melón. Lava las ciruelas, quítales el hueso y córtalas en láminas finas. Pela los kiwis y haz lo mismo: córtalos en rodajas. Lo ideal es que toda la fruta esté bien fría antes de montar el postre, así conseguirás que el milhojas quede fresco y firme.

3. Monta el milhojas

Escoge un plato bonito o una fuente y empieza colocando una base de sandía. Encima reparte un poco de la gelatina de menta y unas rodajas finas de kiwi. Continúa con una capa de melón, más gelatina y las ciruelas. Sigue alternando capas hasta que consigas la altura deseada, y termina siempre con una pieza de fruta.

Para rematar, decora con unas hojas de menta frescas y sirve el postre en el momento, o guárdalo en la nevera hasta que llegue la hora de llevarlo a la mesa.

El truco

Puedes aprovechar la fruta que se está empezando a madurar demasiado en la nevera.

Este postre muy versátil, que admite tantas variaciones como frutas de temporada haya en el mercado. Puedes sustituir el melón por mango, nectarina o ciruelas. Incluso podrías hacer versiones individuales en vasitos, con la fruta cortada en dados, para un postre más informal tipo "trifle".

Lo más importante es jugar con los colores y las formas. El contraste entre el rojo de la sandía, el verde del kiwi, el amarillo del melón y el morado de la ciruela crea una presentación espectacular sin esfuerzo. Además, es una receta ligera que se digiere bien incluso después de comidas copiosas, y que gustará tanto a mayores como a los más pequeños.

Este milhojas de fruta es una excelente alternativa a los postres tradicionales cargados de nata y azúcar. Es saludable, bonito y está lleno de vitaminas. Y, lo que no es menor, es tan fácil que puedes dejarlo medio preparado con antelación y montarlo en el último momento sin agobios.

Así que ya lo sabes: si te apetece un postre fresco, ligero, bonito y diferente, este milhojas de fruta con gelatina de menta es una apuesta segura. Pruébalo y verás cómo se convierte en uno de tus imprescindibles del verano. Ligero, saludable y con ese punto elegante que lo hace perfecto para cualquier ocasión.

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