Si alguien te dice que los huevos rellenos son aburridos, es porque no ha visto esta receta. Hoy vamos con un plato que sorprende nada más entrar en la mesa: huevos al balsámico rellenos de brandada de bacalao y guacamole. Sí, has leído bien. Unos humildes huevos duros que, tras pasar por un baño de vinagre de Módena, se transforman en pequeñas joyas gastronómicas. Oscuros por fuera, cremosos por dentro y con una presentación que parece sacada de un restaurante moderno . Y lo mejor: tú puedes hacerlos en casa sin volverte loco. Esta receta tiene ese toque de cocina creativa sin necesidad de técnicas complicadas. Solo hay que planificar con un par de días de antelación para dejarlos macerar en vinagre, y luego dedicarle un rato al montaje. El resultado es un aperitivo sorprendente , ideal para una cena con amigos, una comida especial o para lucirte en Navidad . El contraste de sabores —el dulzor del balsámico, el salado de la brandada y el frescor del guacamole— es una auténtica maravilla. Y lo digo con conocimiento de causa: en casa los preparamos una cena navideña y fue tal el éxito, que ahora mi madre los llama “los huevos que parecen trufas”. Hay quien se piensa que son bombones salados. Imagínate la cara que ponen cuando los prueban. ¿Por qué nos encantan estos huevos? Porque son bonitos, originales, sabrosos y se pueden dejar listos con antelación. El vinagre de Módena les da un color oscuro, casi negro, que recuerda a los “tea eggs” de la cocina china, pero aquí jugamos con sabores mediterráneos. El relleno es lo que remata la jugada: la suavidad salada de la brandada y el toque fresco y ácido del guacamole hacen un contraste perfecto. Además, se pueden presentar de mil formas . En cucharitas, en hueveras, sobre tostas… Incluso como parte de un bufé frío. Y si quieres darles un aire aún más navideño, añade unas huevas por encima o un toque de cebolla crujiente. Triunfo asegurado. Ideal para días de celebración (y no solo) Esta receta es tan versátil que la puedes usar para una cena informal con amigos, una comida de Navidad o incluso como parte de un picnic elegante. Y si eres de los que disfruta innovando en la cocina, aquí tienes un lienzo en blanco : cambia la brandada por hummus, por ejemplo, o haz un relleno vegetal con setas salteadas. Los huevos al balsámico aguantan todo. ¿Y lo mejor de todo? Que es una receta de las que se disfrutan dos veces: primero cuando la preparas (porque visualmente es muy agradecida) y después cuando ves las caras de tus invitados. Atrévete a probarlos ¿Te atreves a cambiar los huevos rellenos de toda la vida por esta versión moderna y sofisticada? No necesitas más que un par de días de maceración, algo de imaginación para el relleno y muchas ganas de sorprender. Porque en la cocina, como en la vida, los pequeños detalles marcan la diferencia. Y con estos huevos al balsámico, te aseguro que la diferencia se nota desde el primer bocado.