Crepes integrales con semillas de amapola y miel

Con miel de brezo, frutas del bosque y una bola de helado, estas crepes lo tienen todo: sabor, ligereza y ese toque sofisticado que se logra con muy poco.

Aurora Gonzalo
Aurora Gonzalo

Periodista especializada en gastronomía

PASO A PASO PARA HACER CREPES INTEGRALES CON SEMILLAS DE AMAPOLA Y MIEL: RESULTADO FINAL.
PASO A PASO PARA HACER CREPES INTEGRALES CON SEMILLAS DE AMAPOLA Y MIEL: RESULTADO FINAL.
Cocina Fácil / RBA / A.J.J. ESTUDI, S.C.P.
4 personas
40 min
285 Cal

2

(21 votos)

Temporada:

Verano

Otoño

Técnica:

Hervido

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Hay desayunos que se toman con calma, sin mirar el reloj, y que tienen algo especial, aunque no sean complicados. Estas crepes integrales con semillas de amapola y miel son un claro ejemplo de este tipo de desayunos, las descubrí en un viaje al norte de Francia, donde me sorprendió ver cómo algo tan sencillo podía estar tan rico. Y al volver a casa, me animé a versionarlas con ingredientes de los que siempre tengo por casa: harina integral, fruta fresca y una buena miel.

Lo mejor de esta receta es que combina lo dulce con lo saludable. La harina integral aporta fibra y saciedad, las semillas de amapola añaden un punto crujiente muy interesante, y la miel de brezo, con su sabor floral e intenso, redondea el conjunto sin necesidad de abusar del azúcar. Todo eso coronado con frutas del bosque y una bola de helado, para que el desayuno tenga aire de postre o la merienda se convierta en un pequeño homenaje.

Además, son muy fáciles de hacer. Solo hay que dejar la masa reposar un poco y cocinarlas con mimo. El resto es montar y disfrutar. Acompañadas de un café con leche o una infusión, son perfectas para esos días en los que uno quiere cuidarse… pero sin renunciar al placer de un bocado dulce.

Ingredientes paraCrepes integrales con semillas de amapola y miel

  • 1,5 vasos de leche desnatada
  • 150 gramos de harina integral
  • 3 cucharaditas de semillas de amapola
  • mantequilla
  • 2 huevos
  • 20 gramos de azúcar
  • 6 cucharadas de miel de brezo
  • 100 gramos de frambuesas
  • 100 gramos de arándanos
  • 4 helado de nata bolas

1. Prepara la masa

En un bol amplio, bate los huevos con el azúcar hasta que se integren bien. Añade la leche poco a poco, la harina integral tamizada y las semillas de amapola. Mezcla todo con unas varillas manuales o eléctricas hasta obtener una crema homogénea y sin grumos. Cubre el bol con film y deja reposar la masa 30 minutos en la nevera. Este paso es clave para que las crepes queden más elásticas y con mejor textura.

2. Cocina las crepes

Unta una sartén antiadherente con un poquito de mantequilla (mejor si la fundes y usas solo lo justo). Vierte un cucharón de masa, extiéndelo bien girando la sartén y cocina la crêpe por un lado hasta que empiece a dorarse. Dale la vuelta con cuidado y cuájala por el otro lado. Ve dejándolas en un plato y repite hasta acabar la masa. Con estas cantidades salen unas 8 crepes finas.

3. Monta el plato

Dobla las crepes en forma de pañuelo (en cuartos) y colócalas en los platos. Riega con la mitad de la miel, distribuye las frambuesas y arándanos por encima y añade una bola de helado de nata por ración. Justo antes de servir, vierte el resto de la miel por encima para que todo brille y el contraste de temperaturas sea perfecto.

3. Monta el plato

El truco

No te saltes el tiempo de reposo; da elasticidad a la masa y evita que las crepes se rompan al cuajarlas.

Sí, y eso es lo que hace esta receta aún más práctica. Las crepes cocinadas aguantan bien en la nevera, tapadas con film, hasta dos días. Incluso puedes congelarlas (con papel vegetal entre cada una) y sacarlas cuando te apetezcan. Solo necesitas calentarlas unos segundos en el microondas o en sartén para devolverles su textura flexible. ¡Todo son ventajas! El helado y la fruta, eso sí, mejor justo antes de servir.

Estas crepes integrales con semillas de amapola tienen un punto gourmet muy interesante, así que son ideales para sorprender a alguien sin liarte demasiado en la cocina, o para darte un gusto sin salirte del todo del terreno saludable. La miel les da brillo y sabor, la fruta un toque fresco y el helado… bueno, el helado no necesita excusas.

Si quieres hacer una versión más ligera, puedes prescindir del helado o usar yogur griego natural. Y si te apetece un toque diferente, cambia las frutas del bosque por gajos de mandarina o rodajas finas de plátano con un poco de canela. Esta receta admite variaciones y todas están buenísimas.

Si estás buscando una receta que te saque del típico desayuno de tostadas, que funcione para invitar sin complicarte o simplemente que te haga sonreír al primer bocado, estas crepes son todo lo que necesitas. Te llevarán poco tiempo y el resultado es espectacular.

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