Hay desayunos que se toman con calma, sin mirar el reloj , y que tienen algo especial, aunque no sean complicados. Estas crepes integrales con semillas de amapola y miel son un claro ejemplo de este tipo de desayunos , las descubrí en un viaje al norte de Francia, donde me sorprendió ver cómo algo tan sencillo podía estar tan rico. Y al volver a casa, me animé a versionarlas con ingredientes de los que siempre tengo por casa: harina integral, fruta fresca y una buena miel. Y es que las crepes son una de mis opciones favoritas para el desayuno, suelo prepararlas de plátano, avena y manzana , de requesón con miel o de manzana con nueces . ¡Siempre triunfan! Lo mejor de esta receta es que combina lo dulce con lo saludable . La harina integral aporta fibra y saciedad, las semillas de amapola añaden un punto crujiente muy interesante, y la miel de brezo, con su sabor floral e intenso, redondea el conjunto sin necesidad de abusar del azúcar. Todo eso coronado con frutas del bosque y una bola de helado , para que el desayuno tenga aire de postre o la merienda se convierta en un pequeño homenaje. Además, son muy fáciles de hacer . Solo hay que dejar la masa reposar un poco y cocinarlas con mimo. El resto es montar y disfrutar. Acompañadas de un café con leche o una infusión, son perfectas para esos días en los que uno quiere cuidarse… pero sin renunciar al placer de un bocado dulce. Lo que hace esta receta aún más práctica es que l as crepes cocinadas aguantan bien en la nevera, tapadas con film , hasta dos días. Incluso puedes congelarlas (con papel vegetal entre cada una) y sacarlas cuando te apetezcan. Solo necesitas calentarlas unos segundos en el microondas o en sartén para devolverles su textura flexible. ¡Todo son ventajas! El helado y la fruta, eso sí, mejor justo antes de servir. Estas crepes integrales con semillas de amapola tienen un punto gourmet muy interesante , así que son ideales para sorprender a alguien sin liarte demasiado en la cocina, o para darte un gusto sin salirte del todo del terreno saludable. La miel les da brillo y sabor, la fruta un toque fresco y el helado… bueno, el helado no necesita excusas. Si quieres hacer una versión más ligera , puedes prescindir del helado o usar yogur griego natural. Y si te apetece un toque diferente, cambia las frutas del bosque por gajos de mandarina o rodajas finas de plátano con un poco de canela. Esta receta admite variaciones y todas están buenísimas. Si estás buscando una receta que te saque del típico desayuno de tostadas, que funcione para invitar sin complicarte o simplemente que te haga sonreír al primer bocado, estas crepes son todo lo que necesitas. Te llevarán poco tiempo y el resultado es espectacular.